41.Indigo ft. Lucazo.

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—Verga, y yo creí que era mala en los deportes.—tengo la cara arrugada después de la prueba de Lucas como bajista.—La contaminación sónica es un delito, cuñis. Vas preso.

—¡Tú me metiste en esto, abusadora!—está que llora el pobresito.—¡¿Por qué no tocas el bajo tú?!

—No puedo, bobis. Yo soy la manajer.—le digo como si fuera lo más obvio.—Les conseguí el toque, promociono la presentación y ya hablé con Louisa pa que vaya conmigo. Más bien estoy haciendo todo el trabajo, malagradecido.

—Y lo apreciamos, Amore mio.—Logan usa su todo amable.

Daniel lo mira con una mueca.

—Yo no. Preferiría estar en Ibiza.

—Pero—mi novio observa al baterista con advertencia.—estamos haciendo esto por Dean, será solo una noche ¿De acuerdo?

Se preguntarán ¿Dónde coño están ensayando? Porq evidentemente mi apartamento es muy pequeño y en el de Dean no se permiten ruidos molestos, así que como buenos pubertos gringos que obviamente ya no son, instalaron los instrumentos en la cochera de Larry.

Lindsey consiguió una vieja foto de Daniel, Dean y Logan tocando aquí mismo y quiso que la recrearan. Fue muy gracioso porque en la foto Logan sale con un plato de pasta en la cabeza y pues, todo tenía que salir exactamente igual.

—Si consiguen fans y los hacen virales en internet, no voy a permitir que sea un toque de una noche.—aclara cejas perfectas.—Voy a exprimir ese potencial.

—No lo vamos a...

—Claro que si ¡Porque por la plata baila el mono!—exclamo yo, dando una vueltica, una vueltica.—¡Eh! ¡Eh! ¡Eh! Por cierto ¿Qué se supone que van a tocar? Tienen canciones originales ¿O me equivoco?

Recuerdo vagamente que Dean escribía canciones, pero no sé que tan buenas sean.

Ante la mención de las canciones, Daniel miró pal techo como si ahí encontrara el secreto de la vida y Logan miró pal piso.

No me hablaron y ya sé la respuesta.

—Traducción: las letras son un asco.—me respondí.—Bueno, busquen una canción que les guste y hagan un cover.

—¡Vamos a ser los próximos Metalica!—exclama Dean con optimismo.

—¿Ya viste como toca Lucas?—Olivia se mete.—Eso no va a pasar nunca.

—¡Oye!—se queja el cuñao.—¡Estoy haciendo lo mejor que puedo!

—Si, una buena contaminación sónica.—Olivia se robó mi chiste.

No ha pasado pero ya veo el desastre a la vuelta de la esquina.

Me dirigí a mi novio.

—¿Y si le echamos un ring a Venus? Necesitamos a un profesional al mando.

—No vamos a molestar a Venus con esto.—me repite. Porque si, lo he sugerido varias veces.—Podemos hacerlo solos.

Justo cuando dijo eso, Lucas se metió a la casa llorando porque Lily le hizo bullying.

No, no pueden hacerlo solos.

Verga pana ¿Que la razón por la que hacemos esto es dejar de ser tan marditos?

—Chama, te pasaste.—le reclamo a mi amix.

Mira, mami, a la gente hay que decirle las vainas claras y raspadas.—pelé los ojos, todo eso lo dijo en Veneco fluido. Q miedo.—Allá él si no aguanta que le digan sus cuatro verdades.

La pajua de Bianca | Logan LermanWhere stories live. Discover now