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- Buenos días - dijo Rua apenas llegó a él comedor a desayunar, y para su sorpresa, todos estaban teniendo una animada conversación, incluso Kaik y Hadeth.
- Creí que nos ibas a seguir deleitando con tus ronquidos por un rato más - bromeó Rhys, dándole una sonrisa tranquila, una que Rua devolvió.
-Ya quisieras- rodó los ojos divertida, haciendo que los demás los vieran expectantes, por su repentino buen humor. Feyre que obviamente había sido la primera en saber de su reconciliación, no se sorprendió, sólo le había dado una sonrisa feliz y siguió comiendo.
Rua se sentó al lado de Kaik y del otro lado estaba Cassian, este último chocó puños con ella al sentarse, Az estaba al frente suyo, viéndola emocionado aunque obviamente lo ocultaba.
"Buenos días, Ru" el maestro de espías habló tranquilo, en la mente de esta.
Ella lo vió y disimuladamente le sonrió, y aunque los demás no lo notaron, Elain ya había visto el gesto.
"Buenos días, guapo" habló coqueta.
- Les estábamos contando sobre Ilyria- habló Hadeth emocionado, como cada vez que hablaba de su hogar.
A Rua la embargó el anhelo de volver, Az lo notó.
- ¿Tienen playas? - habló Cassian, intrigado, en la Corte Noche no habían de estás, y en la Corte de Verano ya no podía entrar.
-Ilyria no es como sus cortes, es diferente...Las estaciones de ustedes, están en un solo lugar, en todo el mundo, solo que a diferentes tiempos. Les gustaría. - habló segura. Le tendió un nuevo pan cubierto de dulce a Feyre, ella agradeció comiendolo rápido.
Cuando vio a Rhys que la veía expectante sólo le sonrió.
"Cuando volvamos a pelear y ella de su opinión al final, mi comida le ganara a ese lazo suyo, querido"
Rhys rodó los ojos, divertido.
- ¿Y tú General? ¿Él no viaja con ustedes? - habló Nesta, interesada. Mor asintió, queriendo saber también.
- No, se queda y cuida Ilyria en mi ausencia - tomó un poco de jugo y habló - Y no es un hombre, es una mujer. Toda mi guardia, está conformada por mujeres.
Cass levantó sus cejas interesado, Az también. Az movió su pierna y chocó con la de Rua, llamando su atención como un niño.
"¿Porqué?"
" Por qué, te patearian tu lindo trasero en segundos"
"Me tienes poca fé"
"Te he visto, y creo en ti, pero hay una diferencia grande"
Algo se removió en el pecho y estómago de el cantor de sombras al escucharla decir que creía en él, un sentimiento cálido que lo hizo sentir vivo.
