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Había dormido en paz.

Ningúna pesadilla o mal recuerdo.

Abrió sus ojos, e intentó mover sus brazos aunque no pudo. Algo estaba encima de éstos.

Alguien.

Azriel abrió sus ojos y su respiración falló al ver a la mujer que dormía a su lado. Su cabello estaba por todos lados y su boca entreabierta.

Aún así estaba guapa. No... Ella estaba perfecta, él no tenía más palabras para describirla.

De cualquier forma la vería hermosa, y ver lo fuerte que era, por todo lo que había pasado, solo lo hizo sentirse orgulloso y... Su pecho se apretó, y su corazón se aceleró.

Abrió sus ojos asustado.

No la conocía, había dormido con Rualik y verla lo alteraba de una forma diferente.

Sintió algo dentro de él estirarse, como jalando, peleando. Rápido, pero con cuidado, se levantó alejándose se ella.

Ella... No.

No. Sacudió su cabeza, pensando que su idea era un tonta posibilidad. Rhys lo había sentido desde el principio.

Alejó su idea, incluso si eso le dolió más de lo que podía explicar.

Eso era imposible. Era imposible que el la dejara entrar así, sin conocerla. Sin saber de ella.

Debía alejarse. Había estado tan atento a ella que se había olvidado de quien era y que debía hacer. Y ahora estaba en su cama, y había estado en sus brazos.

Se mudó rápidamente y voló lejos, agitado, sintiendo mucha dificultad al respirar.

Estaba en un tonto sueño, y debía despertar.

[°°°]

Se levantó agitada.

No había nadie con ella. Cuando buscó el lazo que los unía en su alma, solo encontró un vacío, como si estuviera apagado o negado.

Respiró varias veces, alejando el dolor. No lo presionaria. Él volvería.

Sin querer invadir su espacio, se tamizó a su habitación, dejó su nueva daga ahí, como excusa.

Decidió bañarse, aún sintiéndose sucia.

Después de lo que pareció una eternidad metida en el baño, salió y se vistió. Su puerta sonó y el olor de él cuero Ilyrio llegó.

-Adelante.

Cassian entró y trajó una pequeña bolsa con él.

-Hermosa reina, alegras mi mañana con tu simple mirada- Bromeó, como tanteando el terreno.

Rualik supó que él había olido a Azriel en su cuerpo. Pero confiaba en el General.

-Basta. Me harás sonrojar.

UNA CORTE DE PODER Y SOMBRAS || AZRIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora