Destrozame el alma, acaba con mis ilusiones, rompe todos los muros y pulveriza mi corazón pero no me dejes porque sin ti me siento fría, vacía, sin energías, llegaste a entrar a mi corazón de forma violenta sin ningún tacto o empatía pero poco a poc...
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| Aurelio |
Disfruto de mi bombón mientras veo algo en mi tablet, muevo mis pies de arriba a bajo tranquilamente, ya casi era tiempo de que Abril cerrara y le faltaba poner todas las sillas y mesas juntas, desconectó las cámaras por un segundo mientras veo como ella se dirige a el lava platos, y de un movimiento de mis manos coloco una silla arriba de la otra y las mesas al lado de la otra.
—¿Que haces al borde de este edificio? —cuestiona Nevaeh a mis espaldas.
—No se como ese idiota la deja levantar toda esas sillas y las mesas sola —comentó viendo cómo sale con el cable con el cual asegura las mesas y la sillas, se ve asombrada y aliviada de que no tiene que hacerlo, enciendo las camaras en el momento en que ella comienza a colocar el cable entre las mesas.
—Porque ella trabaja ahí y el es el manager ni modo que lo haga el —responde sentándose a mi lado.
—Debería.
Niega señalando a Abril—. Por eso ella tiene un cheque cada dos semanas, porque hace cada uno de sus trabajos —explica causando que rodara los ojos.
—Me gusta que sea independiente no que se saque una hernia, eso debería ser ilegal, en ninguna parte de el trabajo dice que debe hacer eso, solo que debe atender los clientes y limpiar mesas —informó enseñándole la tablet.
—Si te pagarán por solo atender clientes y limpiar mesas serias rico, los negocios perderían mucho dinero si pagaran solo por eso.
—Que porqueria —opinó levantándome.
—Bueno ¿Que se puede hacer? Así es la vida, todos deben trabajar si quieren conseguir algo, ella desde hace mucho ha estado ahorrando para comprarle a su madre una casa, viene cansada todo el tiempo y se queja pero no hay nada más que hacer que aguantar —expresa causando que me molestaran sus palabras—. Ya vamos a cenar, todos te están esperando.
Asiento chasqueando los dedos apareciendo en mi apartamento donde los chicos esperaban en el comedor mientras conversaban.
—Ya era hora, Rowena llamo —enuncia Serenity.
—¿Que dijo?
—Mama no la dejara traer a Abner aquí —revela molestándome aún más.
—Aún así lo traerá por unas horas en las que le dirá a mamá que fue donde la abuela —confiesa Autumn alegre.
—Que bien, extraño a ese pequeño demonio —comenta Quinn con una sonrisa.
—¿Que estás diciendo? Pero si Abner es un angelito —responde de vuelta Melchor
Me siento en la cabecera y Nevaeh se sienta en el otro extremo mientras niega.
—Ay claro que no, le encanta jalarme el cabello cuando estoy durmiendo —alega Quinn acariciando su cabello.
