Capitulo 14

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| Emiliano |

Erna es realmente muy simpática, más me agrada que no se allá tomado a mal que declinara su oferta de matrimonio.

¡Hayyyy! Pero ¡Que felicidad! ¡Que dicha!

>> Que casi me rompes el tímpano joder <<

Es que estoy feliz, este día es tan hermoso, mira el cielo tan despejado, que linda mariposa y las rosas me detendría a olerlas todo el día.

>> ¿A ti que te pasa? <<

Realmente que serás idiota mano, cuando Karl propuso el matrimonio y Abril lo escuchó no le gusto mucho, la escuche pensar que ahora que lo pienso ni idea de con quien habla tanto en su mente conmigo no es.

>> Yo te lo dije, te dije que estaba loca <<

Cállate idiota, en fin que sintió felicidad cuando Erna dijo que guardaba su corazón para alguien más pero también tristeza por lo mismo que tu dijiste.

>> Bien por ti <<

Si, hay una pequeña posibilidad de que pueda amarme así que no lo arruines o te atormentare el resto de tu vida.

>> Entendido <<

Deja de ser tan macho por una vez en tu vida y se amable.

>> Ya te oí <<

Me volteo a ver a Abril quien mira maravillada el restaurante, un mesero nos atiende sin despegar la mirada de Abril.

—Bienvenidos a dos amigos y una cocina ¿Que desean ordenar? —curiosea el mesero con una libreta en manos y un bolígrafo

—¿Nos trae tres menús?

—Claro que si señor, volveré en un segundo —responde el mesero retirándose

—Pero si nosotros ser cuatro —menciona Erna confundida.

—Abril ya comió no creo que ingiera más que una bebida —contesto mirando a Abril, la veo bufar por un segundo mientras rueda los ojos—. ¿Quieres seguir comiendo? Eres una glotona, está bien, pediré algo para ti —le dejo saber.

—Gracias señor —sonrie abiertamente con alegria.

El mesero vuelve en menos de lo que cante un gallo con los menu en las manos, nos entrega uno a cada uno incluso a Abril quien mira sorprendida el menú, por pura curiosidad le arrebato el menú y lo reviso pero no había nada ahí así que se lo entrego pasando una vergüenza horrible. Este restaurante hace una comida riquísima, preparan comida de diferentes países.

—Yo pediré una paella de mariscos —le deja saber Karl a el mesero.

—Excelente elección señor —alega el mesero comenzando a escribir en su libreta.

—Yo quisiera un pollo a la parmesana —anuncia Erna aun mirando el menu algo curiosa con el platillo que acaba de ordenar.

—Yo pediré un cangrejo picante.

Especialidad de Singapur, este restaurante mientras más personas de diferentes países tenga mejor, Karl pidió algo de espalda, Erna algo de Australia y yo de Singapur, ahora solo falta Abril.

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