Capitulo 11

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| Emiliano |

Después de que le ordenara que se cambiara de ropa y le gritara a Olga por lo que se había puesto nos encontrábamos en el auto hiendo a la empresa, Abril se movía demasiado al parecer le gustaba la canción y el conductor no dejaba de mirarla por el retrovisor.

—Disculpe la molestia señor ¿Será que el conductor puede subirle a la música? —cuestiona Abril observando al conductor para que subiera la radio y el conductor casi lo hace.

—Claro seño...

—Claro que no, apaga eso —ordeno ya que lo habia visto recoger con la mirada a Abril y si sigue su golpe lo lleva, no respectan ninguno de los dos.

—Si Alpha —contesta algo asustado por el tono en que le hable.

Ella se mantiene en silencio y solo se limita a ver por la ventana mientras hace movimientos extraños con las manos, como si estuviera siguiendo una coreografía de los chicos de ahora, ahora no sueltan esa app llamada tik flop creo, no lo sé y no me interesa, tampoco me gusta.

—Ya deja de hacer eso —vuelvo a hablar molesto, se detiene al escucharme, vuelvo mi mirada a la tableta viendo las estadísticas de las ventas en la empresa, van bien últimamente y así deberían continuar si no fuera porque tengo que buscar a alguien más para soporte administrativo, debo despedir a mi secretaria, tenía sexo con ella antes pero ya dejo de complacerme, últimamente nadie me complace en este mundo.

Debe ser porque encontré a Abril, solo problemas me ha dado, debí dejarla en el calabozo, también tengo que despedir a mi conductor, contratar a otro nuevo, mandar a Olga para que compre comida y ir a la manada vecina, mamá y papa vienen mañana para mi mala suerte Robert le contó que encontré a mi mate y que la trato peor que la servidumbre y ellos no están de acuerdo conmigo.

Más papa, a mamá le gustaría que me casara con Isabella y lo hubiera aceptado si no fuera porque ya encontré a Abril, Isabella es una chica muy dulce, realmente dulce, me obedece en todo y es muy buena en la cama, nunca me alza la voz o me insulta como cierta señorita que no voy a decir quien es pero que estoy mirando.

Al fin llegamos a la empresa, el conductor estaciona, sale y le abre la puerta a Abril extendiéndole la mano la cual ella acepta gustosa, entrecierro mis ojos mirándolos, ambos sonríen de forma coqueta, ella jamás me sonríe así y no es tan simpática ni siquiera me ha preguntado mi nombre, claro a él si pero a mi no.

Salgo de el carro enojado y lo primero que hago es tomar a ese tipo por el cuello de su camisa y lo impacto contra el cristal de el carro.

—Considérate despedido y si te vuelvo a ver te arranco la cabeza —tiembla al escucharme para luego marcharse asustado, Abril me mira sorprendida por lo que acabo de hacer.

—David lleva mi carro al estacionamiento —le hablo esta vez a el personal que se encarga de parquear cuando vienen personas importantes.

—Si jefe, con su permiso jefe.

—¿Vienes o no? —digo comenzando a caminar, ella asiente repetidas veces y me sigue al ascensor, presiono el botón número 2 que me llevará a soporte administrativo.

—Abril.

—¿Si señor?

—Si vuelves a coquetearle a alguien en mis narices, matare a ese alguien y a ti te daré un destino peor ¿Comprendiste?

Encadenada al AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora