Destrozame el alma, acaba con mis ilusiones, rompe todos los muros y pulveriza mi corazón pero no me dejes porque sin ti me siento fría, vacía, sin energías, llegaste a entrar a mi corazón de forma violenta sin ningún tacto o empatía pero poco a poc...
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| Aurelio |
Miro hacia todos los lados y logró preocuparme al no ver a Elizabeth con nosotros, sabía que tenía una clase diferente a nosotros pero no la vi en la cafetería y tampoco la vi en la clase antes de eso, algo no está bien.
—Autumn ¿Donde está Elizabeth? —preguntó captando su atención
Íbamos en dirección a nuestra clase y ella se detuvo al escucharme, lo pensó un poco antes de decirme lo que significaba que ella tampoco sabía donde estaba Elizabeth.
—La ultima vez que la vi fue en la biblioteca, al inicio de clases —admite sorprendiéndome.
—¿Y la dejaste sola en esta universidad gigante? —interpeló logrando alarmarla.
—Tranquilo Aurelio, ella se sabe defender ¿Cual es el problema? —interroga Clarke preocupado.
—El problema es que esta sola y algo no está bien, iré a buscarla, ustedes vayan a clase —ordenó ocasionando que la mayoría asintiera.
—Iré contigo —ofrece Melchor a lo cual niego pero aún así me sigue.
Me dirijo a la biblioteca lo más rápido que puedo sintiendo mi corazón doler, Elizabeth estaba en peligro y podía sentirlo, paso por el lado de Abril quien me mira curiosea pero ni siquiera me limito a mirarla, Elizabeth era mi prioridad.
Al llegar a la biblioteca las puertas estaban abiertas así que simplemente entré encontrando a mi hermanita sentada en una esquina leyendo un libro que la hizo sonreír, saqué el aire que tenía retenido al verla bien, me siento a su lado y como siempre está no nota mi presencia, le doy un golpecito en la frente haciéndola reaccionar, al principio me mira mal pero al darse cuenta que era yo me mira sorprendida.
—¿Es hora de irnos?
—¿Que haces aquí Beth? Deberías estar en tus clases —la reprendo y está me abraza intentando chantajearme.
Colocó mi dedo en su frente alejándola—. Oh vamos Leo, no seas aguafiestas, no hay nada que ellos me enseñaran que yo no sepa —expresa con una sonrisa.
—Deja de ser egocéntrica —vuelvo a golpearla en la frente ocasionando que hiciera una mueca—. Vamos te llevaré a tus clases y será mejor que no leas libros en clase Elizabeth.
Su ojos expresan decepción y se levanta colocando el libro en uno de los estantes, se arregla el vestido antes de enrolar su brazo con el mío.
—¿Si la encontraste? —pregunta con una sonrisa y asiento—. Debe ser muy bonito, al fin encontrar a la persona que llevas 6 meses buscando.
—Soy un tonto, nunca se me ocurrió buscar en Florida, me hubiera ahorrado todos esos meses.
—Bueno algo de esfuerzo tenias que hacer ¿Como va la compañía?
