Capitulo 3

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| Abril |

Y aqui me encuentro en el septimo dia de mi cautiva, solo he visto a un mujer en lo que tengo aqui, ella trae la comida y agua, poco suministros pero suficientes para mi ya que literalmente me da comida un dia despues me deja dos dias sin comer.

—En la radio hay un pollito, en la radio hay un pollito y el pollito PIO, el pollito PIO, el pollito PIO, el pollito PIO, el pollito PIO, el pollito PIO. En la radio hay una gallina, En la radio hay una gallina, y la gallina COO, y el pollito PIO, el pollito PIO, el pollito PIO, el pollito PIO, el pollito PIO —literalmente grito para que alguien me escuche, llevo asi durante dias esperando que alguien se molestara y viniera a golpearme al menos pero a nadie parece enojarle mi canto, que paciencia si fuera ellos ya me hubiera metido un trapo en la boca, no canto muy bien que digamos por no decir que canto como un asno.

—¿Podrias callarte? —casi pego un grito al escuchar una ronca voz en la oscuridad ¿Ya estoy loca? ¿Comence a escuchar voces? Pero si solo llevo una semana aqui, no creo volverme loca tan rapido ademas esa voz era de un hombre y mi conciencia es mujer aunque debo admitir que otra vida fui hombre pero sigo en esta.

—¿Y tu eres? —decido preguntar despues de calmar el casi infarto que tenia, madre mia, ese tipo salio de la nada, esta bien que pense que estaba sola pero que no me asuste asi, hubiera hecho un ruido o algo, asi sabria que habia alguien conmigo.

—Soy tu compañero de celda ¿Sabes lo frustrante que es escucharte cantar malditas canciones de niño? Y malditas canciones cristianas, malditas canciones de Rock, malditas canciones en ingles viejas ¿Cuantas mas te sabes? —esclarece enojado, podia sentir su rabia a solo pasos de mi, ya te dije que por lo menos habrias hecho un ruido y sabria que no estaba sola.

—Todo de un poco ¿Que puedo decir? Soy aventurera.

—Pues aventurate en silencio.

—No me da la gana ademas no tengo nada que hacer ¿Como es que no te he visto cuando la mujer entra?.

—Porque me acaban de poner aqui hace tres dias y solo te he escuchado cantar, lo haces de forma terrible.

—Lo se amor, solo puedes tener dos cosas en la vida, en mi caso tengo cientas pero cantar no lo es.

—Eso ya lo se ¿Podrias callarte?

—Te dije que no me da la gana quien quiera que seas, alguien seguro me ha escuchado en estos dias, canto fuerte, siempre lo hago cuando me secuestran —revelo cambiando un poco de posicion, eso de estar 7 dias sentada el culo se te borra, se te muere ahi mismo, he intentado estrecharme pero con las cadenas es imposible.

—¿Lo hacen a menudo? Ni que fueras tan bonita —me ha ofendido un poco su comentario cuando yo soy preciosa, soy una reina, en otra de mis vidas fui una gobernante virgen mas bella que la luna, por favor, se que soy hermosa.

—Si lo soy pero no es por eso, soy la bastarda de el alcalde, siempre creen que ese puto pagara la recompensa pero mi perra Alicia siempre termina matandolos —le hago saber removiendome incomoda, las cadenas ya comenzaban a cansarme y eso que las tienen muy flojas, pareciera que no me quieren hacer daño pero tampoco me quieren soltar.

—¿Eres alguna clase de mafiosa? —pregunta y noto confunsion en su voz, claro antes era una loca zorra desquiciada imbecil ahora soy una mafiosa, que rapido cambian las cosas.

—Nene, si lo fuera ¿Crees que seria facil de secuestrar? Soy cautelosa pero ¿Quien me manda a meterme a un callejon sin tener el 911 en el telefono antes? Y mira que soy paranoica pero ni idea como se me paso, debe ser porque estaba borracha, seguro que fue eso —asevero cerrando los ojos cansada ya de intentar de buscar algun rastro de que hay alguien mas conmigo pero esta muy oscuro.

Encadenada al AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora