𝘊𝘈𝘔𝘐𝘕𝘖𝘚

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🅝︎🅐︎🅡︎🅡︎🅐︎🅓︎🅞︎🅡︎

En la Mansión Hofferson, en el Jardín exactamente, había una parejita tomando el sol mientras leían.

— Amor, ¿Que te parece Hiccup para As?— Preguntó Stormfly de la nada.

— Pues que te digo, Amor.— Bajó el libró que estaba leyendo.— Sería interesante verlos juntos y siempre he pensado que ellos dos se llevarían bien... Pero ¿Por qué?

— Esque quiero que mi Hiccstrid sea real.— Sonrió abiertamente.

— ¿Qué? ¿Hiccstrid?— preguntó con una risa.

— Se lo escuché decir a los gemelos y a Patán hace unos dias y me gustó.— Se encogió de hombros.

— Y ¿como vas a hacer que sea real? ¿Eh? Porque no es tan facil unir a dos personas.— Arqueó una ceja.

— Eso ya lo sé, pero por ahora quiero saber que es lo que opina cada uno del otro, un empujón.— Puso su mano en la pierna de su novio.

— Y Yo vendría entrando allí ¿No?— Leyó sus intenciones.

— ¡Si! Tu hablaras con Hiccup y yo con Astrid.— Agarró su teléfono y él de su novio.

— ¿Ahora mismo?.— Tomó su teléfono

— Hoy mismo.— Retifico.

— Bueno no tengo más nada que hacer, asi que hagamolo.— Acepto viendo a su novia marcar.

{𝘓𝘭𝘢𝘮𝘢𝘥𝘢: 𝘈𝘴𝘵𝘳𝘪𝘥}

A- Hola Storm ¿Cómo vas?
S- Hola As, todo bien, te llamaba para ver si querías ir conmigo al spa para relajarte ya que mañana es el gran día
A- Ni me lo recuerdes tengo miedo y estoy nerviosa a mil me he tomado casi 6 cafés solo hoy
S- Por eso te quiero invitar ¿Vienes?
A- ¿A que hora?
S- A las 4:00 ¿Te parece?
A- Claro te aviso cuando salga
S- Perfecto

{𝘍𝘪𝘯 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘓𝘭𝘢𝘮𝘢𝘥𝘢 }

— Por acá listo, ahora tu.— Avisó bajando su celular.

— Bien...— Suspiró y marco.

{𝘓𝘭𝘢𝘮𝘢𝘥𝘢: 𝘏𝘪𝘤𝘤𝘶𝘱}

H- ¿Tanlos? Que Sorpresa
T- Oh vamos jaja ¿Cómo estás?
H- Pues bien ando ayudando a un amigo de mi papá, a Bocón y ¿tu?
T- Ah todo bien, esque te llamaba haber si te interesaba ir conmigo a un nuevo local que abrió un amigo de elementos de robótica
H- eso es increíble
T- Entoces ¿Vienes?
H- Claro ¿A que hora?
T- A las 4:00pm
H- Claro me mandás la dirección y nos vemos allí
T- Perfecto

{𝘍𝘪𝘯 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘭𝘭𝘢𝘮𝘢𝘥𝘢}

— Está hecho.— Celebró Storm como niña chiquita.

— Dragoncita, ¿te das cuenta que es casi lo mismo que hizo Astrid hace años por nosotros?

— Tienes razón... Pero le estamos devolviendo el favor.— Se sentó a horcajadas encima de él.

— Ujum..— La tomó de la cintura.— ¿Que te parece si aprovechamos estas horas que faltan?— Le dió besos en el cuello.

— Tanlos...— Jadeó.— ¿De verdad no hay nadie en casa?

— Solo algunas chicas del aseo, pero estaremos bien.— Storm lo miró con una sonrisa pícara y se dirigieron a la casa rápidamente.

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