𝘊𝘈𝘔𝘐𝘕𝘖𝘚

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🅝︎🅐︎🅡︎🅡︎🅐︎ 🅐︎🅢︎🅣︎🅡︎🅘︎🅓︎

Y llego el día

El día por el cual me he desvelado por quedarme horas frente a un computador, horas tomando demasíado café para los nervios y por fin todo termina hoy; Hoy es el día de la campaña que hace la empresa para socializar con nuevos empresarios y celebramos lo bien que le esta yendo, entoces es un peso demasíado grande para mi y como es la primera que dirijo todas las miradas están al triple sobre cada paso que doy.

Llegué faltando casi 20, Estaba en la zona verde de la empresa (si es raro, pero la tiene) donde iba a realizar todo. Se podía ver la cantidad de buffets y bebidas que habían y todo esta muy bien organizado para cuando empiece. Llegué algo más rápido de lo que debía, porque mis nervios no me dejaban y todo tenía que salir bien y además de reafirmar detalles.

— ¡Astrid! — Escuche el llamado de Mads.

— Hola ¿Cómo va todo?— Hablé rápidamente tomándome fuertemente del brazo

—  Tranquila As, respira.— Apartó mi agarré.— Ya me enteré que has preguntado cómo 20 veces, todo esta como un relojito.

— Lo sé, lo se, esque entiende es la primera en la que estoy al mando, mi papá cuenta conmigo, los socios ¡y hasta la prensa! — Exclamé casi gritando porque ya me estaba saliendo de control.

— Ya,Ya. Inhala exhala.— Movió los brazos.— ¿Que es lo que me has dicho? Una Hofferson no se deja intimidar por nada ni nadie.— asentí— entonces métetelo en la cabeza y deja de preocuparte.

— Gracias Mads, no se que haría sin ti en estos momentos.— dije abrazándola.

— Tal vez ya no tendrías cabello.— Bromeó y me reí, eso era verdad.

— Casi es hora, ponte a contar números y a regular la respiración.— Me recomendó.— ¿Vale?— Asentí decidida.

Y luego de un rato llegó la hora, todos los inversionistas estaban en todo lugar y yo apenas podía hablar con cada uno de ellos, ¡era una locura!.

Me estaba agarrando fuertemente la piel de mis brazos, hasta que se estaban volviendo rojas por la presión.

— ¡Astrid!— me llamó alguien detras mio.

— Hola Papá.— Lo abraze apenas quedé cerca de él.— llegaste muy pronto.

— Oh Hija, no podía llegar tarde a este dia tan importante y además de decirte de que estoy orgulloso de ti y que todo va de maravilla.

— Muchas gracias papá y esperó que siga así.— Miré todo el lugar.

— Te aseguro que Si.— Me decía con tanta confianza que me hacía sentir un poco mejor.

— Ojala. Y oye ¿Y mamá? ¿Vino contigo?

— Ella viene en un rato, me dijo que me adelantará porque ella trae a Anabella.

— Okey...— Suspiré y frote mis manos sudorosas.

— Señor Hofferson.— Llamó un hombre llegando donde nosotros.

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Hoy es un día muy importante para Astrid y quise venir a apoyarla como ella a estado haciéndo conmigo. Me tocó venir en taxi porque ¿Adivinen a quién se le volvió a dañar el auto? Sí, a mi... Pero menos mal me encontré con Storm y Tanlos en la entrada, y aunque ellos se fueron a buscar a Astrid yo me quedé buscando algo de tomar.