𝘊𝘈𝘔𝘐𝘕𝘖𝘚

# 3 6

🅝︎🅐︎🅡︎🅡︎🅐︎ 🅐︎🅢︎🅣︎🅡︎🅘︎🅓︎

—There's nothing holdin' me back
I feel so free when you're with me, baby
Baby, there's nothing holdin' me back!;!!!!!

— Miau— Escuche el maullido de Chimuelo desde el sofa.

— Muchas Gracias Chimuelo, tu eres un público especial.— Agradecí con exageración.

Se preguntaran ¿que está pasando? Pues estaba lavando los platos y cantando a todo pulmón la canción que le cantó Toothless a Storm aquel sábado y bueno acá estoy con Chimuelo, porque como le prometí a Hiccup lo iba a cuidar.

Y hablando de él, hemos estado hablando toda esta semana aunque hoy no he sabido nada de él porque mi celular amaneció muerto y lo conecte apenas me levanté. Además de que he tenido unas cuantas charlas con mamá muy importantes y he podido recuperar mi paz un poco más.

Y un poco aparte, hoy vendra Storm porque quiere que le ayude con cosas de la boda.

— ¡BUENOS DÍAS!— Entró alguien a la casa gritando.

— ¡AAAH! ¡STORM!!— grité asustada y casi dejo caer un vaso.

— Aaay ¿Qué?— Pregunto como si no fuera nada, poniendo sus cosas en el mesón.

— ¿Al menos puedes tocar? Aún no me acustumbro que tienes llaves.— Quité los cabellos de mi cara.

— Ayyy ¿Como la vez que te encontré con tu galán a punto de besarse?— sonrió pícaramente y yo me sonroje.

— Ay callate, ¿Quieres algo?— Terminé lo que me quedaba y me lave las manos.

— No gracias, me tomé un Starbucks al llegar acá.— Se sentó en el sofá.— Hola Chico, que gusto verte.— puso a Chimuelo en sus piernas y me fuí a sentar con ella.

—  Y bueno ¿Cómo van las cosas?— Me recosté con pereza en el sillón.

— Pues todo bien, como sabes aún no estamos tan atariados con lo de la boda, aunque ya creemos cuando nos podremos casar.— chilló emocionada.

— ¿Cuándo? — Sonreí emocinada.

— Bueno lo estamos pensando para finales de noviembre, antes de que la nieve crezca.— Miró su anillo.

— Aww, como sería de lindo casarse en la nieve...— Supire ¿Risueña?

Okey esto se está saliendo de control.

— ¿Astrid Hofferson hablando de una boda en la nieve? ¿Estas bien?— yo escondí mi cara en un cojín.— Cuéntame As, toda la semana has estado evadiendo este tema. Cuantame.— me sarandeo.— Cuantame...— Ordenó pero con una risa después.

— Biennn lo haré.— puse mis manos al frente para que parara.— El sábado Hiccup y yo nos besamos.— Confesé al fin con una sonrisa y sonrojo.

— ¡¿QUE?!— gritó tan fuerte que despertó al pobre Chimuelo.— ¡¿ENSERIO?!— me miró y yo asentí.— ¡MI SUEÑO SE HIZO REALIDAD!— saltó como niña Chiquita y yo sólo reía nervisa.

— Cálmate, asustas a Chimuelo.— reí señalandolo.

— Perdón.— se calmó y sentó a tomar aire.— Y entonces, ¿Ya son novios?.

— Aún no, decidimos hablar después de que él volviera de su viaje.— Tutibie.

— ¡ Pero que increíble! Todos estarán tan felices.— Se llevó las manos a su pecho.

— ¿Cómo que todos?— la miré confundida.

— Pues si.— Respondió como si fuera la cosa más obvia.— ¡toda nuestras familias y amigos! ¿Acaso creíste que no los shipiarian después de verlos tan juntos el sábado?