Capítulo 1

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La mesa fue golpeada fuertemente para captar atención entre los presentes en la reunión. El jefe de la familia nunca había sido tan firme frente a sus hijos quienes se encontraban consternados ante las nuevas órdenes que se llevarían a cabo.

—¡Estamos en una crisis! Sabes bien que esta es la única solución para detener esta corrida de sangre.— con una mirada fastidiada hacía los sirvientes presentes, estos rápidamente le extendieron la cajilla de cigarros para aliviar su tención.

Prende un cigarro y lo inhala lentamente para que la nicotina en su boca haga efecto. Dirige la mirada a su segundo hijo esperando una respuesta satisfactoria ante su petición.

—No hay opción Alexander— expulsa el humo hacia su hombro derecho.—Es una buena alianza para ambos.

—¿No hay opción dices?— respondió el Omega liberando feromonas embriagadoras inestabilizando a los presentes, los sirvientes trataron de tapar sus caras para evitar las terribles feromonas, pero la mayoría se desmayaron y perdieron la razón. Su título de dominante no era ninguna broma para nadie. Todos sabían que una sola insatisfacción de parte del heredero podría causar un infortunio capaz de matar a alguien.

—Hermano tus feromonas por favor— La menor lo toma de un brazo para captar su atención.

—No lo haré— respondió frente a su padre.—Somos lo suficientemente fuertes como para acabar con ellos por nuestra cuenta. No necesitamos..—miro con desprecio a los asesores cercanos a su padre quienes temblaron al sentir el ojo de irritación del omega—...una maldita unión.

—Entonces piensas dejar libre una guerra y ver cómo más de nuestra gente muere?— el jefe se levantó de la mesa y comenzó a acercarse Alexander quien lo seguía con la mirada. —Sabes que mi deber es preservar está dinastía para las próximas generaciones y si es necesario sacrificarte lo haré, pero definirlo como "sacrificio" no es exagerado.

Alexander al escucharlo solo sintió como sus oídos se desgarraban.

—Por un carajo, ¿es todo lo que te importa?— Grita en su cara.—Seguramente te consideras un líder inservible como para enfrentar a tan mafia...

Slap

Sonó una cacheta que dejó atónito a Alexander. Su padre siempre fue temperamental con todos y no le aguantaba pulgas a nadie así sean sus propios hijos, cosa que había sembrado miedo y resentimiento por parte de el Omega y su hermana.

—Mamá no dejaría que hagas esto.— susurra acariciando su mejilla roja por la fuerza de su padre alfa. —Ella encontraría otra manera de enfrentarlo sin usarme como un objeto.

Su padre se mantuvo callado unos segundos que parecieron largos. Cerró los ojos fuertemente.

—Elizabeth ya no está aquí, vete aceptando la realidad.— dio media vuelta y volvió a sentarse en la mesa junto con los asesores. —Se solicitará una conferencia en Nueva York para cerrar el acuerdo en unos días así que irás a las buenas o a las malas, eso lo decides tú.

—Pues ve ganando fuerzas porque te prometo que será a las malas.— Escupió con ira y se retiró de la oficina encontrada el último piso de la mansión.
Bajo rápido las escaleras hasta llegar al tercer piso y entro a su habitación botando golpes en la puerta para terminar cerrandola con brusquedad.

Corrió hacia el baño y se miró al espejo encontrando su rostro hinchado por el golpe. No aguanto la importancia y soltó las lágrimas que estuvo aguantando desde que empezó la reunión.


Ser el objeto de una unión entre dos mafias no era algo que estuviera en su plan de vida.
Era cierto que la situación se estaba descontrolando por ambas partes. Habían muertes excesivas en está confrontación y era incorrecto dejar que sigan más, pero su mente no dejaba de sentir rabia al saber que tendría que casarse con un supuesto alfa dominante que jamás había visto en su vida con perfecto estatus, poder en Rusia y parte del mundo, quien seguramente lo usaría para expandir territorio que le pertenecía a su familia en Latinoamérica.

Dominancia ExtremaWhere stories live. Discover now