Dominancia Extrema

Capitulo 35

Las horas habían pasado en rápido vistazo dando al atardecer, el interior del restaurante no había perdido claridad cuando los empleados prendieron velas para la especie de velada que los dominantes compartían. Alexander había dejado la discreción en un punto de la conversación, esperando no estar incómodo una vez los temas de interés se acabaran, fue magnífico que pasara todo lo contrario.

Ambos hablaban con tranquilidad y ni una sola vez se silenciaron para satisfacer sus dudas.

Desde lo más trivial hasta lo maduro.

El alfa de aspecto sinistro se mostraba apasible y cómodo para bajar su defensiva, eran solo dos personas hablando como si recién se conocieran pero no podía ignorarse la historia detrás. Alexander estaba tan relajado que pudo sentirse modesto de hablar demasiado pero el alfa lo escuchaba con entendimiento y no era reacio.

Era calida esta compañía nueva para Alexander.

—Scott me informó que estas buscando un tutor para el idioma. Me parece correcto que inicies tu preparación lo antes posible- comenta Viktor después de casi acabar la primera ronda de tragos cortos, Alexander asiente.

—Te lo dijeron, el problema es mi horario, no es tan flexible que digamos con la oficina— confieza Alexander, Viktor acomoda el nudo de corbata.

—Podría enseñarte, nuestro horario es muy similar y sería más sencillo acordar y separar una hora en la mansión—declara de pronto logrando que Alexander detenga el movimiento de su boca

—¿Tú?—Viktor asiente por su duda. —¿Qué tan buena es tu capacidad de enseñar a otros? Tuve malas experiencias con las tablas de multiplicación, o traumas.

El omega se plantea la idea del alfa siendo su tutor, esconde su agitación al imaginar pasar más tiempo con el de lo esperado.

—Aprendí seis idiomas antes de cumplir los 6 años y otros cuatro en la adolescencia, enseñarte ruso solo me demostrara que mi habilidad es ilimitada. Te enseñara el mejor, una buena oportunidad que nadie ha tenido hasta el momento—replica el rubio con arrogancia instantánea.

—¿El mejor? ¿Eso es ego o narcicismo?— Alexander vacila.

—El narcicismo gana por mucho— afirma Viktor sin dudar, el omega baja la mirada a su postre terminado. Odiaba a los alfas arrogantes pero no pudo negar que disfrutaba esta conversación como nunca.

—Acepto, puede ser esta noche si no es inconveniente para ti— el castaño rasca su nuca de sacar el plan de inmediato. Viktor mira la pantalla del su celular asegurandose.

—Haré que se encarguen de preparar la sala de estudio-—declara para llamar a Scott, el guardaespalda toma su mandamiento y vuelve a su lugar llamando aparentemente al personal de la mansión.

El lugar seguía igual de vacío, el omega podía ver como a muchísimos metros los guardaespaldas de Viktor y los suyos se habían instalado en otra mesa más apartada. Se reían y fumaban en grupo pero estaban atentos a cualquier necesidad que los dominates tuvieran.

Aprovechaban la ocación y a Viktor no parecía molestarle, no todo el tiempo tenían un local completo a su disposición.

—Leí sobre muchas tradiciones y festividades de tu familia, como los huevos de pascua. Pensé que mi familia derrochaba el dinero en tonterías pero no es nada comparado a lo de ustedes— habla el castaño sincero, hasta él se asombró al inicio por la separación del lugar para ellos.

—¿Leíste todas las tradiciones y códigos en los documentos?— Viktor endurece su semblante

—No tuve tanto tiempo, solo algunas cosas— Alexander levanta una ceja y el alfa vuelve a la normalidad por su respuesta.