Capitulo 30

18.1K 1.6K 637
                                    

La realidad fuera de la gran mansión era igual que irreconocible, Alexander se mantuvo observando por las ventanas del auto con la esperanza de familiarizaste un poco con las direcciones o ciertas calles que pudiera reconocer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La realidad fuera de la gran mansión era igual que irreconocible, Alexander se mantuvo observando por las ventanas del auto con la esperanza de familiarizaste un poco con las direcciones o ciertas calles que pudiera reconocer. 

Al llegar a ver rascacielos modernos y de infraestructura futurista no hizo más que emocionarlo por la belleza que creía escondida en Rusia. El vehículo fue llevado a un gran terreno rodeado por un lago enorme que logro mayor curiosidad en el omega, por cada metro que avanzaran por el puente conectandolos era como ingresar a una nueva civilización.

Alexander miraba de un lado para otro con estupor, voltea más curioso con preguntas en la punta de su lengua encontrando a Viktor a su lado, el alfa estaba concentrado al otro lado de la ventana indiferente apaciguando sus ganas de preguntarle.

—¿En dónde nos encontramos?— Scott le pone atención por el retrovisor cuando el omega pregunta, Alexander ignora a la figura que voltea con su habla.

—En el distrito Presnesky, señor de la Cruz, este lugar se llama Moscow City.

Desorientando por la similitud en la pronunciación de las ciudades y distritos en Rusia Alexander agradece al empezar a aparcar los coches en un estacionamiento cerrado.

Los alfas salen de las camionetas y se situan en filas esperando su salida, el castaño se mueve para abrir la puerta pero su cuerpo se mantiene inmovil por el prendimiento al puño de su chaqueta. El dominante exigía que se mantenga en el interior un momento más.

—Este lugar es conocido por ser el centro internacional de negocios más grande de Moscú, te traje aquí porque me pareció lo más apropiado a tus gustos. Tienes la libertad de ver e ir a donde desees con cuidado, nos verán publicamente por segunda vez, sé sereno.

Se excusa el rubio soltando el extremo de la prenda con lentitud cuando el omega estudia su toque inesperado. 

—Soy muy juicioso— contesta elevando los hombros, el alfa sube una de sus cejas con incredulidad, suficiente para hacerlo razonar sobre su comportamiento inapropiado en más de una ocación —Ya, ya entendí.

Por el reclamo comprendió que Viktor veía su salida como si estuvieran soltando un pequeño animal a una jungla salvaje, pero tal comportamiento imprudente debía reservarse mucho más ahora.

Al salir ambos del vehículo, el omega se reunió con Elías y la pequeña niña que sujetaba con una mano. Se alegró por las expresiones de ambos casi parecida a la suya, la emoción ascendía en ellos mucho más al no salir de la mansión y jamás conocer lugares como este por su condición social. 

Los guardaespaldas se dividieron en grupos para el acompañiento, lo que ocacionó tensión sobre la preferencia entre los hombres que Alexander y los guardaespaldas personales que Viktor asignó mucho antes. 

El rubio accedió a darle el placer de elegir al hombre gracias a la insistencia del omega, siendo David para la sorpresa de los rusos en ser elegido, permaneciendo más cerca de Alexander al empezar a adentrarce en las lujosas calles de Moscow City.

Dominancia ExtremaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora