Dominancia Extrema

Capitulo 22

El reloj suena detenidamente

Alexander observa el péndulo moverse a la derecha y a la izquierda, con detalles dorados en el exterior era imposible pasar y no darle un vistaso por la curiosidad. Los rayos de sol calentando el clima y alegrando el ambiente sombrío de la mansión lo relajan, diambular por los pasillos sabiendo que no se encontraría con el ruso mejoraba su tranquilidad.

A pesar de haber llegado a la propiedad del dominante hace una semana no podía comprender esa presión sobre él, ese sentimiento enigmático que lo envolvía cada vez que despertaba hasta que se iba a dormir.

Faddei y Gavrel dandole espacio, dejaron que disfrute de la pequeña libertad que tenía en la propiedad, pero se acercaban a intervenirlo cuando Alexander caminaba por lugares especiales donde tenía prohibido el paso.

La habitación del alfa en el tercer nivel, vigilado por guardaespaldas metros antes de llegar a las puertas parecía ser uno de esos lugares, donde solo pocos hombres y sirvientes personales de Viktor tenían permitido aproximarse. Sin afanarse en conocer ese lugar lo evito a toda costa al ser mejor ver otros mejores, como un reloj y otras reliquias visiblemente valiosas y accesibles.

El silencio ostensible en donde se encontraba era fenómenal, pero pequeñas pisadas escuchandose detuvieron cualquier admiración de la decoración en el ambiente.

—Oh, excuse me sir — La niña casi impalpable en la mansión se encontraba con pequeños trapos en las manos. Alexander le dedica una sonrisa al ver sus manos sucias por limpiar.

—Good afternoon Lara— El omega la saluda y se sorprende cuando la pequeña hace una reverencia al igual que la servidumbre al iniciar sus días en Rusia. Algunas betas y omegas se acercan acompañandola y muestran respeto por Alexander.

Hablando con la niña en ruso, las mujeres hacen señas para que vuelva a dirigirse al omega con espectativa. Lara respira y con esfuerzo habla otra vez. —Bue- buenas tardes, señor.

Con una pronunciación buena del español Alexander se asombra.

—Le estamos enseñando algunas frases joven, esperamos que en poco tiempo pueda dominar mejor el idioma que nosotras— Dice una de ellas felicitando a la niña acariciando su cabeza.

—Excelente, dicen que el español es uno de los idiomas más difíciles del mundo. Seguramente podrá aprenderlo con el paso del tiempo, para los niños es mucho más fácil.— Alexander tambien la felicita, las mejillas de la pequeña se sonrojan por la belleza del omega, admirar sus facciones alegraban al resto del personal y ella no parecía ser la excepción.

—Now he can be proud of me and love me [Ahora él podra estar orgulloso de mi y me querrá]— Su voz dulce en respuesta logra cambiar las expresiones de las mujeres, mirandose vuelven a forzar sus sonrisas para que Lara no lo note.

Pero Alexander si lo había notado. Lanza una mirada efímera a las mujeres incómodas.

—¿Who? [Quién]— Pregunta interesado el castaño, la tensión en las mujeres incrementa que deben bajar la mirada al piso. La niña con rastros de inseguridad parece entender la amabilidad del omega, no vió problema en callarse al sentirlo confiable.

—My brother sir [Mi hermano, señor].

—Oh, ¿su hermano vive aquí también— Va para las mujeres compartiendo sus miradas en silencio.

—Sí joven, es parte del servicio de la mansión al igual que nosotras.— Alexander reconoce la voz pesada en ellas. Ser incluido en los problemas de los sirvientes de Viktor no una prioridad, fisgonear asuntos ajenos a él era un problema.