Capitulo 6

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Las mañanas en la mansión principal de Vyasensky eran serenas y atareadas, mayormente por la presencia de Viktor los empleados se levantaban más temprano de lo normal para darle las mejores atenciones e incrementar su satisfacción, pero tras la llegada un misterioso omega a la residencia, se escuchaban la emoción y cuchicheos del servicio doméstico a primera hora.

—Aun no puedo creer que el señor William no se halla atravido a despertarnos, empezar el día con esta maravillosa noticia es fenomenal ¿como creen que sea?— la voz conmocionada de las cocineras se podía escuchar traspasando las gruesas paredes del primer piso. Se sentía el entusiasmo por la llegada Alexander en todos los rincones.

—De una belleza sin igual, segun escuche es latinoamericano definitivamente debe serlo, nunca tenemos invitados tan inesperados, en especial un omega tan importante.— las mujeres a su lado asintieron esperando mas información que lo pudiera describir —Señora Veronika por favor diganos si sabe algo que nosotras no, usted debe haber escuchado más del señor William.

—Señoritas tenemos el tiempo medido, después de terminar los labores podemos seguir curioseando, solo espero que nuestro banquete matutino sea de su agrado, debe tener un paladar muy distinguido, recuerden estar pendientes de cualquier cosa que requiera el señor de la Cruz y tratarlo con la mayor cordialidad posible, no podemos equivocarnos.— Respondió la mujer con manos juntas rezando junto con las demás.

—Estaria aún mas feliz de saber que Yuri no regresará, sera un dolor de cabeza para nosotros cuando vea al señor de la Cruz junto al señor Vyazensky— Agregó el panadero ingresando una fuente con panes recien horneados, las betas se fastidiaron ante su comentario —pero, sera satisfactorio ver su envidia, se le acabo la oportunidad de conquistar al señor Vyazensky ante semejante invitado.

— ¿Conquistar? desde un principio no tenía oportunidad— Todas las betas rieron, desde esa mañana las cosas cambiarian en la mansión y deseaban que fuera para bien.

Pasos profundos se escucharon alertando a los empleados y callandolos para guardar respeto, detuvieron sus quehaceres y saludaron bajando la cabeza al ver a Viktor caminar ante ellos. Desde que fueron contratados, la veneración hacia la cabeza de la familia era infalible, tener respeto y lealtad hacia la familia Vyazensky era su mas importante tarea durante su servicio.

—Buenos dias señor Vyazensky— Persona que lo viera lo saludaba a como de lugar, siempre formal a lo que él también respondía con "buenos dias" descifrando su humor, los sirvientes respiraron tranquilos al notar un carácter ecuanime.

Viktor se dirigió al comedor donde siempre servian el desayuno y se sento en la cabecera de la mesa, los sirvientes estaban atentos a cualquier solicitud que les diera mientras esperaban que bajara y hiciera presencia Alexander, prepararon la decoración de la mesa y su asiento con mucha ansia de conocerlo.






















—Esta epoca del año es buena señor de la Cruz, el día es cálido y la noche no tan fría, si desea puedo traer un calentador extra para usted por las noches — Willian caminaba junto con Alexander mientras le mostraba partes de la mansion.

—¿Que la noche no es tan fría? pensé que podría hibernar, no quiero ni imaginar como es en invierno, debe ser difícil— le dió frío de solo pensar que la temperatura podría bajar más de lo que ya habia sentido

—Enero y febrero son meses crudos para nosotros, aún debe adaptarse señor lo ayudaremos en lo que requiera— contestó al estar a pasos de la escalera pricipal, bajaron juntos encontrando a sirvientas que pasaban por ahí limpiando. Al ver la imagen de Alexander abrieron los ojos y se miraron entre ellas bajando la cabeza para saludar.

Dominancia ExtremaWhere stories live. Discover now