Capitulo 25

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El sonido de las gotas de agua cayendo en los jardínes de la mansión en hora temprana y los sirvientes atentos a los cuidados especiales del correspondido alfa de la familia Vyazneksy fue necesariamente apresurado. Las nubes del cielo despejando el ambiente y el clima fresco de la mañana hizo el recibimiento más sereno posible.

Uno de los carros médicos camuflados en la entrada interna de la mansión estaba estacionada y supervisada por gran cantidad de alfas al servicio. Viktor al lado derecho ordena que abran las puertas al personal de enfermeía acompañando el vehículo.

La camilla saliente libera un aroma débil, el cuerpo de su tío conectado a aparatos respiratorios sale con cuidado de no ser lastimado.

—Mi señor, la habitación esta lista y las sirvientas preparadas para su impecable atención — William le informa cuando las ruedas de la cama pasan del grass a tocar el cemento plano. El dominante jadea molesto pidiendo silencio mientras camina a su tío.

Las pisadas alarman a las omegas guardar distancia de los hombres y los guardaespaldas bajan la cabeza inmóviles por la escencia amarga.

Viktor trata de tranquilizar la agresividad que su lobo queria denotar, el alfa echado abre los ojos una vez el dominante se posa al costado transmitiendole calor. Leonid ve la mirada en su sobrino y asiente lento demostrandole que su arruinado cuerpo ahora no podría estar en mejor condición.

Para Viktor erlo internado en la unidad de cuidados intensivos por días fue sumamente cansador pero la mejoría en el hombre se volvía más notable. Había hecho lo más que podía contratando al mejor equipo para su intervensión, buscando las medicinas más caras y eficaces que le mercado podía proporcionarles. Lo único que quedaba era dejarle el resto a su tío y a la calidad de vida que tenía en las manos.

Su salud había subido en escala no tan alta pero ahora podía completar su proceso de sanación en la seguridad de su mansión, donde absolutamente nadie lograba entrar sin una autorización.

—Te pareces cada vez más a tu padre muchacho, estoy feliz... de verte. — le da una leve sonrisa cuando el rubio lo toma de la mano con fuerza. Una lágrima escapada por los pliegues horizontales del anciano cuando encuentra cálido el contacto con Viktor. —Estoy bien. Todo esta bien, hijo.

Viktor lo calla al ver sus esfuerzos. Mueve la cabeza y el personal médico se despide dejando a un enfermero encargado para cuidarlo a domicilio, quién fue pagado con mucho dinero para mantener la confidencialidad.

—Trata de descansar lo más que puedas, debes mejorar y estar fuerte en los próximos días — Viktor mueve la camilla con dificultad, cualquiera pensaría que su tío se encontraba postrado y así era su realidad, pero el viejo alfa se esforzaba por levantarse y querer tomar la silla de ruedas que también mandaron. —Sientate y no te mueves.

Ordena el dominante y Leonid suelta un gruñido.

—¿Desde cuando eres tan mandón? Debo recordarte que te cambie los pañales y te alimente en mis brazos cuando aún no tenías ni conciencia Viktor. — el alfa es transportado por los pasillos interiores de la mansión, parece detener su habladuría por el aroma dulce en los pisos superiores.

Le dirige una mirada temerosa a Viktor, el alfa lo entiende pero prefiere guardar silencio al saber lo que significaba.

—Los papeles cambiaron, él que te cambiara los calzones seré yo, sentado. — determina, las mujeres se mueven para atender al alfa pero Viktor las detiene. Tomando a su tío con cuidado lo deja reposar en la cama, una vez ahí las omegas se acercaron indicandole al enfermero donde poner los artefactos a su cuidado.

Dominancia ExtremaWhere stories live. Discover now