Dominancia Extrema

Capitulo 11

—Duele ... e-es demasiado— Alexander jadeaba contra los labios del alfa, su cuerpo estaba sudando, había pasado pocas horas durmiendo pero lo primero que hacia al abrir los ojos era buscar el cuerpo del rubio, como si estuviera hipnotizado.

El omega no media su límite, su cuerpo ya no soportaba más embestidas, por lo que Viktor se detenía al verlo llorar de nuevo pero como un animal Alexander volvía suplicarle que lo tomara a la fuerza, los omegas dominantes eran intensos en el sexo, su celo podria dejar hasta a un alfa promedio inconciente.

—Sigue— Escondió su rostro sonrojado con las almohadas mientras su entrada succionaba el miembro de Viktor.—No te detengas.

Volvió a embestirlo con fuerza, sus gemidos querian ser silenciados pero no lo lograba, tocaba los puntos que le gustaban con cada movimiento que hiciera, era emocionante verlo en ese estado. Un omega que desde un principio mostro repulsión hacia él hasta intertar matarlo. No podia negar que sus cuerpos conectaban a la perfección. La química que tenian era indiscutible a pesar de que el cataño no este en sí.

Viktor tómo con fuerza su cintura dejando marcadas ambas manos en su piel, logrando más profundidad como quería, Alexander volvía a venirse soltando un grito ahogado.

—Tus ojos ... me gustan— Dijo regulando su respiración agitada, Viktor vió una mirada en el omega que no había hecho hasta ahora.

Como si su mente le hiciera un llamado a la razón, Viktor volvía a despertarse. Perdió la cuenta de las veces que Alexander lo molestaba al dormir. Apretó la mandibula al sentir su miembro palpitar. Se asomó un recuerdo cuando empezaban sus celos en la adolencencia, era un descontrol total de su persona. No importara quien fuera o donde fuera, se acostaba con incontables betas y omegas cuando quisiera.

Nadie podia detenerlo nisiquiera su padre, el hecho de ser dominante complicaba su situación, el instinto era más fuerte. Sus acompañantes nunca lo satisfacían por su fuerza incontrolable y pocos sobrevivían a su rut.

A los 18 años cuando se presento a la sociedad como un dominante, algunos alfas de su círculo social obligaban a sus hijos a acostarse con él para destinar una unión política, querian recibir su mordida y asegurar un futuro prometedor.

Comenzó a desechar a sus parejas sexuales al ver indicios de ese propósito entre otros. Los complacía con pequeñeces para luego terminar con ellos por falta completa de interés.

La muerte de su padre sacudió sus sentidos, el primer mes de su partida buscaba cualquier método para dejar ir su ira, su tío fue conciente y procedía a enviar los mejores omegas, pero no era lo que buscaba.

Después de sus días con Alexander, por primera vez su apetito sexual se dirigia a una sola persona. Considero que era el cuerpo del omega lo que lo atraía, pero lo primero que vió y le interesó fue como dejaba a dos alfas en el suelo.

Alexander daba características diferentes al resto, su belleza exótica era increíble, como jamás había admirado, un omega de temperamento increblantable al igual que el suyo, algo impulsivo y muy agresivo si se lo proponía. Eso lo provocaba aunque lo negara, había sido educado para ser el líder de la mafia rusa, el llamado zar al mando.

Su crianza fue difícil en todos los sentidos, estaba seguro de que ningún alfa se someteria a tales entrenamientos, pero en él fueron necesarios para convertirse en lo que es ahora. La crueldad y egoísmo en su corazón era tan natural como beber agua para no morir, el sentimiento de superioridad a otros fue lo que lo llevo a ser tan exitoso en los negocios, el no sentir ni un gramo de empatía por el resto solo facilitaba su camino.