Estoy cansado de los que no miran. Parte 2

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Después

"Lo siento por todo lo que ha pasado
La verdad es que te sigo considerando una especie de  mejor amiga, el objeto de mi total cariño y deseo,  la persona que me ayudó a salvarme. La persona que quiero y sé que querré aunque todo acabe y ya nada tenga sentido. Y es todo mi culpa, lo sé, pero este silencio me está matando. No puedo dejar de pensar en todas las cosas que hice mal, en todo lo que arruiné, en le hecho de que eras una de las mejores 
partes de mi vida."

Eres tan estúpida, Lu. Lo arruinaste. Siempre lo haces. No necesito un maldito pensamiento intrusivo para decirme exactamente en lo que estoy pensando. Lo sé, maldita sea, lo sé. Con lágrimas frente a la pantalla, y un estado mental mucho más grave que el cansancio, solo me quedaba leer y releer el mensaje. Escribir una respuesta, intentar recoger algunos pedazos de dignidad que quedaron en el piso, borrarlo, y volverlo a escribir. Creo que, si lo intentara, podría encontrar el momento en el que todo se fue a la mierda. De hecho, lo podría resumir a la primera mentira.  

"No creo poder soportar una realidad en la que me odies. Una vez me dijiste que no había probablemente nada que te haría odiarme. ¿En qué momento cambió eso?  Me gustaría recibir una respuesta. Deberías saber que nunca quise incomodarte o hacerte sentir insegura, mucho menos molestarte; me arrepiento de las palabras que usé en ese momento, pero mi corazón estaba hecho pedazos por tu indiferencia y algo en mí solo buscaba una manera en que supieses lo que pasaba desde mi lado. Azul, nunca planee hacerte daño. Sé que no crees esto, pero tengo que decir mi verdad. Nunca fui buena pidiendo disculpas, y sé que es irónico que parece ser la única cosa que hago últimamente."

La peor parte de todo aquello es que sabía, con certeza, que Catalina me había enviado el mensaje porque estaba ebria. Vi las historias en redes sociales de Royce y Matt, incluso revisé las de Claudia; como había estado haciendo todos estos días. Catalina, sobria, probablemente habría decidido que no había ningún sentido en escribir un mensaje; Catalina un poco ebria, habría redactado un mensaje mucho más conciso, directo al grano y con mucha más lógica que sentimientos; Catalina en este estado, sin embargo, está embriagada de culpa porque no puede concebir dentro de sí misma la idea de "herirme". Algo que es, en realidad, bastante gracioso, considerando que parte de mí ha estado esperando ese dulce dolor desde el principio. 

"Creo que es algo que deberías saber. Nunca tuve ninguna intención de herirte, y todos mis mensajes y palabras eran ciertos; aunque todo haya pasado, eres mi... Eres parte de ese todo, ese conjunto de cosas que me hacen feliz. Significas mucho para mí. No sé qué de qué otra manera podría explicarlo. Sé que no me vas a perdonar, pero solo quería que sepas que nunca planee algo en contra de ti; ni siquiera cuando lo dije. No puedo pedir perdón porque es algo que nunca me darás. No sabes cuánto me arrepiento de haber salido de esa puerta sin pedir disculpas. Yo no intento redimir todo lo pasado en unas disculpas. Sé que hay más que tengo que hacer, pero jamás te haría daño. Luego de todo lo que he pasado con personas falsas, sé que tú eres real, y sé que la cagué. Por favor, si te queda algo de aprecio por mí, estoy acá. Estoy acá sin intentar nada más. Tu presencia en mi vida es algo que valoro tanto que estaría contenta con que me tengas al menos en tu vida como una simple conocida; incluso en este momento no me pasa nada por la cabeza más que arreglar este desastre."

El corazón es un órgano frágil. Metafóricamente o no. Sinceramente, había una idea rondando en mi cabeza. Pareciese como si ese órgano dentro de mí se hubiese podrido, corroyendo todas las demás partes de mi cuerpo. No podía evitar esperar que algo me pase, que de pronto el corazón dejase de latir, que me llegase un dolor físico tan intenso como el que sentía por dentro; lastimosamente, las cosas jamás funcionaban de la manera en la que me gustaría que lo hiciesen.  Y sí, yo había tomado gran parte en esa putrefacción, cuando decidí joderlo todo, dejándole a ella ninguna otra opción más que igualar la puntuación en este juego ficticio en el que yo, inevitablemente, perdía siempre. La verdad, amarla hasta el cansancio era en resumen lo que yo hacía; pero ella me ganó en un juego que nunca supe que estábamos jugando. 

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⏰ Last updated: Mar 11, 2022 ⏰

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La Intimidad Del Tacto LeveWhere stories live. Discover now