Acontecimiento. Parte 2

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"[Es] el efecto que parece exceder sus causas —y el espacio de unacontecimiento es el que se abre por el hueco que separa unefecto de sus causas—"

"Hay, por definición, algo «milagroso» en un acontecimiento, desde los milagros de nuestra vida cotidiana a aquéllos de los círculos más sublimes, incluyendo los de lo divino" Slavoj Žižek


DELIA

9:30 pm

Luego de aquel brindis -que más parecía una competencia- el timbre sonó. Le dirigí una mirada a Royce, antes de hablarle. 

"Yo iré a abrir la puerta" De hecho, parecía casi una obra del destino. Cuando llegué a aquél portón enorme metálico y lo abrí, me encontré cara a cara con mis amigos de Turismo. Dana los conocía, por supuesto; y una conversación leve pronto se produjo en la entrada. 

"Pasen, Dios, estoy siendo bastante maleducada." Reí un poco, Dana apretó mi mano, señalándome que debíamos regresar hacia donde se encontraban todos. No pude evitar voltear la mirada hacia Lu que seguía con aquel gesto insoportable desde que habíamos llegado a la casa. Al entrar el grupo de tres, notamos que las luces ya estaban prendidas a  disposición de Royce, estrambóticas, casi; y aquello resaltaba nuestro maquillaje y el brillo que este se había echado en el cuerpo. 

Mientras Dana se encargaba de hablar con mis amigos de turismo, me tomé la libertad de observar a cada uno de nuestros amigos. James, Matt, Royce y Cat estaban en una esquina riéndose de alguna broma interna; golpeándose juguetonamente cada tanto; Lu, por otro lado, estaba pegada a la barra; esperando al bartender junto a Leo; quien parecía tratar de distraerla. Era más que obvio que había un pacto entre Royce y Leo en cuanto a no acercar a las dos chicas; pero, francamente, no era nada de mi incumbencia. Lo único que tenía en claro era que aquella fiesta prometía ser genial, y la iba a disfrutar con mis amigos así fuese lo último que hiciese. 

Debe ser difícil, sin embargo, el ver algo que tuviste y luego perdiste. Hubo un momento en el casi pierdo a Dana, por una estupidez realmente, pero recuerdo que el proceso de recuperar fue extremadamente tortuoso. Ahora me tocaba ser la espectadora de esto; veía como Lu se ahogaba en alcohol directo de la botella mientras Catalina fingía lo más que podía estar bien; aunque creo que realmente se encontraba bien, con Royce, Matt, y James; eran un grupo bastante sólido. Corrijo, éramos un grupo bastante sólido; si mi tarada favorita se hubiese animado a decir lo que sentía desde el primer momento, ahora mismo estaríamos disfrutando en grupo todo lo que ocurría.  

Los parlantes llenaban el ambiente; Yoko Ono de Moby  Rich causaba que cada una de las personas que habían entrado se tambaleen lentamente, siguiendo el ritmo. Yo me acerqué a Dana, esta era la canción perfecta para bailar. Sin embargo, Lu seguía al costado de la barra; intentando mezclar cualquier cosa que le hiciera sentir menos.  Yoko Ono era una buena canción, pero era algo lenta y aquello permitía que se pudiese conversar por encima del sonido. De hecho,  probablemente el volumen aumentaría a medida que la fiesta se llenase de gente. Mientras, dejé un momento a Dana con mis amigos de turismo para acercarme a Leo y Lu; que parecía necesitar ayuda. 

"Vendrá la maldita Lucía Henrich." Lu soltó entre dientes. "Lo peor de todo es que ni siquiera la puedo odiar porque no me ha hecho nada. De hecho es una persona agradable, eso lo hace aún peor." 

El alcohol aún no parecía haberle pegado lo suficiente como para nublar su juicio, porque seguía al costado de la barra intentando (y fallando) no mirar a la esquina donde se encontraban los tres chicos, que jugaban con los globos que caían. Leo quería ir para allá, y se notaba que estaba algo aburrida de estar al costado de una especie de grumpy cat versión mujer; por lo que cuando llegué, su rostro se iluminó un poco y se excusó con un "Iré a ver si Royce necesita algo", entonces quedé yo al costado de mi amiga en la barra. 

La Intimidad Del Tacto LeveOù les histoires vivent. Découvrez maintenant