Tinker tailor soldier sailor rich man poor man beggar man thief

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"All the birds stay up in the trees
All the fish swim down too deep lonely
And they pray
Honey, come to me before it's too late"

-Radiohead.


Azul Fontana. Como nunca antes la había visto. Completamente abierta, extremadamente vulnerable. Algo dentro de mí hizo maniobras con todo lo que aquello me hacía sentir. Había tenido amigos antes, sí, pero algo en todo esto hacía que sea más fácil percibirlo como algo diferente; el permitirme ser vulnerable con alguien que está, a su vez, mostrando sus lados más oscuros conmigo.

Hay algo de lo que me siento culpable, sin embargo, y es que prefiero a esta Azul: la Azul rota frente a mí, sin aquella sonrisa falsa, sin hablar tanto como siempre lo hace (no porque me moleste que hable, es solo que hay algo en todo esto que lo hace parecer más real)

Ahí estaba ella, en mi puerta, con la misma ropa con la que había desaparecido. Fue exactamente igual a esos momentos, esos de los que tanto hablan. No, no los de novela, o el abrazo al final de Desayuno en Tiffany's, o incluso esa película que sinceramente me da naúseas en la que (obviamente, Ryan Gosling, representando el mismo personaje que siempre representa – cof cof, blue valentine, the notebook, incluso maldita sea la la land. Completamente insoportable). Tampoco de esos momentos compartidos en Truffaut, en A bout de souffle, o en Godard, o en Varda, o en cualquier puta película de Eric Rohmer.

"Ir por ahí como en un film de eric Rohmer, entrar y salir de fase. Amar la trama más que el desenlace" Tal vez hice mal en subestimar a Drexler.

Como sea, me refiero a aquello que tanto repiten en terapia grupal, ya saben, que todos queremos ser vistos de alguna forma. Me he pasado gran parte de mi vida evitándolo, porque soy una maldita cobarde que no puede arriesgar ser abandonada de nuevo; porque tan solo me imagino lo mucho que dolería perder a las personas que tengo a mi lado en este momento. Matt, Royce, y Azul... especialmente Azul. Sin embargo, ¿no es para esto que he trabajado tanto? Tantas veces llorando al salir del consultorio de un doctor, tantas terapias en las que he tenido que hacer un corte profundo dentro de mí misma, para llegar a ese pequeño monstruo ingenuo que se las apañó para que nadie lo vea –nunca, en ninguna circunstancia bajar la guardia, no me puedo arriesgar a que aquello pase de nuevo.

Aun así, aquí estoy. Luego de una semana completamente horrorosa; del tipo de semanas en las que simplemente siento que dejar todo, renunciar, y salir por la puerta trasera sería una buena opción. Con una gran diferencia esta vez, sin embargo; en toda la semana, no hubo un solo momento en el que me sintiese abandonada. Mis amigos estuvieron ahí, conmigo, mientras yo parecía solo un cascarón de la persona que había sido tan solo hace un par de semanas; con constantes mensajes preguntándome si estaba bien, asegurándose que no hiciese algo estúpido.

Estoy acostumbrada a que todo duela; y es por ello que incluso en esta situación en la que me siento cómoda, querida; no puedo evitar que también duela: sé que mis murallas están siendo lentamente destrozadas, y duele saber que, de alguna manera, me encuentro vulnerable de nuevo.

Y luego, por supuesto, está la chica durmiendo a mi lado.

"Puedes escucharlo en el silencio, lo puedes sentir en el camino a casa, lo puedes ver con las luces apagadas " Taylor Swift nunca tuvo tanta razón, pero yo no puedo amar a Catalina, claro, no amarla desde un punto de vista que sea únicamente platónico. Sinceramente, prefiero seguir ignorando cada pequeña cosa que me haga sentir que estoy condenada; y tampoco lo pienso decir, o pensar en ello siquiera, porque entonces se volvería algo real; y no podría aguantarlo de ninguna manera.

La Intimidad Del Tacto LeveWhere stories live. Discover now