Capítulo 24. El uno y el todo.

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El camión se movía silenciosamente; me preocupaba por instantes que de alguna forma me hubiera quedado sorda puesto que había un mudo eco que nos envolvía a todos en un incómodo silencio.

Nadie hablaba, ni siquiera se atrevían a alzar la mirada, perdidos en sus propios pensamientos. Comenzaba a creer que esta era una escena idéntica a las telenovelas en cámara lenta dónde se repetían las mismas imágenes haciéndoles zoom a los rostros, quizá enfatizando en el obvio drama.

Agradecía internamente el haber llegado relativamente rápido al callejón dónde nos dejaron bajar.

Todos lo hicieron sin mencionar ni una palabra, los veía moverse rápidamente hacia las dos puertas traseras, como si les urgiera salir y alejarse rápidamente de allí; opté simplemente por esperar a que todos bajaran para hacer lo mismo; de alguna forma me sentía como la apestada del grupo y aunque entendía sus razones tampoco me sentía completamente dispuesta a ceder.

-¿Te llevamos a tu casa?- April me miró llamando mi atención apenas bajé.

-…- no sabía exactamente que responder, en pocas palabras me volverían a dejar olvidada en un rincón o simplemente era pura cortesía.

Comenzaba a creer que yo misma me estaba volviendo loca entre la paranoia y las suposiciones.

-¿Gala?- me volvió a llamar, está vez con los demás también mirando en mi dirección.

-Lo siento, como quieran ustedes, puedo tomar un camión para no molestar más…- mentiría si dijera que no era sumamente incómoda la simple idea.

-En realidad…- April también rebuscaba sus palabras -El auto de Casey está aquí cerca, podemos llevarte sin problemas- sonrió ligeramente.

-Esta bien, gracias- maldije una y otra vez por lo bajo, estaba enfadada pero, en realidad no podía culpar a los chicos por esto.

No quería, ellos hacían lo que creían mejor y no los iba a juzgar, no me sentía tampoco en la posición para hacerlo, estaba molesta porque todo volvía a sentirse terriblemente incómodo y distante.

-Descansa Gala- escuché la voz de Leonardo por detrás de mí, deteniéndome.

-Descansa- Donnie le siguió, copiando a su hermano, moviendo ligeramente su mano derecha en forma de despedida e introduciéndose a la alcantarilla.

-Nos vemos princesa- Mickey en realidad si se acercó a mí, dándome un fuerte abrazo que me reconfortó cálidamente -Descansa-

-Gracias- lo miré y sonreí mordiendo el interior de mi mejilla -Tu también- su simple gesto me había hecho sentir mil veces más ligera que hacia unos segundos antes y luchaba contra las lágrimas que deseaban salir con frustración.

Lo ví meterse de un salto a la alcantarilla, sintiendo un ligero cosquilleo en mi pecho con cariño por él, en verdad se había vuelto un gran amigo y apoyo.

Mi vista recayó rápidamente en el único de los hermanos que permanecía inmóvil al lado de la alcantarilla abierta.

-Te veo… mañana Rapha- me animé a despedirlo sabiendo que el no lo haría.

Su mirada viajó por todo mi cuerpo, terminando nuevamente en mi rostro y asintiendo ligeramente para luego desaparecer con la tapa de alcantarilla por encima.

Casey y April ya se habían salido del callejón, esperándome en la esquina junto al Mustang deportivo. Hablaban entre ellos, aún sin percatarse de que caminaba en su dirección.

-Solo déjame hablar a mí ¿Si? Creo que puedo ser más comprensible con esto- Casey terminó lo que al parecer era una discusión entre ellos.

-¿Todo… bien?- pregunté insegura de si era prudente seguir acercándome.

(TMNT) Desde las sombras te protejo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora