Cinco aventuras que siempre recordaré.

62 5 0
                                    

1. La policía me persiguió por causar revuelto en un parque. Hace casi cuatro años. Era uno de esos últimos días de escuela y mis compañeros y yo decidimos hacer algo arriesgado. Así que nos saltamos la escuela, nos fuimos al parque y comenzamos a lanzarnos globos llenos de agua. Una anciana que vivía frente al parque le llamó la policía y tuvimos que salir corriendo. Nos escondimos detrás del cine por unos minutos, y luego fuimos a la estación de bomberos por un rato hasta que pudimos respirar por un segundo. Me deslicé por el tubo de bomberos. Fue genial.

2. El reencuentro con mis antiguos amigos. Oh, holy shit. Esta fue buena. Acabo de ir hace un par de semanas a México, por las vacaciones de primavera, así que volví a ver a mejor amiga, Marijo. Hicimos una fiesta de reencuentro el primera noche, con los chicos de nuestra antigua escuela, ya que teníamos dos años sin vernos. Uno de ellos llegó un par de six de cerveza, así que me puse a tomar como profesional. Comimos pizza, tomamos, contamos anécdotas y revivimos momentos justos. Mi amiga me presento a su chico, y yo terminé besándome con uno de mis compañeros de secundaria. Fue genial. Fue mi primera ve tomando cerveza, y me alegra decir que sigo sobria en la cuarta y media.

3. Entre a un hotel y me metí a bañar en la alberca. Hace dos años, con Marijo, y otra amiga, Karla. O sea no era un hotel común, era el hotel. De esos súper hoteles con elevador y de targeta de seguridad y con montones de cámaras porque son súper lujosos. Un día antes de escuela (asistí a la escuela por la tarde como por tres años) nos fuimos más temprano y nos metimos al hotel, nos bañamos en shorts y blusas de tirantes y luego fuimos a tocar la puerta de una habitación. Afortunadamente eran un par de ancianos y muy cordialmente les pedimos que nos prestaran su baño para cambiarnos, a lo cual dijeron que sí. Al salir del hotel, el oficial de seguridad nos preguntó qué hacíamos ahí y nos inventamos la excusa de que nuestra madre estaba hospedada en el hotel. En cuanto nos perdió de vista salimos corriendo.

4. Me salté la escuela y tomé el carro de mis padres para ir a pasear con mis amigas. Hace un par de meses, con Cindy y Maria. Poco dinero, un cuarto de gasolina en el tanque y tres mentes súper locas. Nos salimos a la hora de receso y fuimos a Jack un the Box, ya que no nos alcanzó el dinero para más. Comimos un rato ahí, con sodas y tacos gratis, y luego fuimos a pasear por los campos de nuez que rodean el pueblo. Jugué arrancones. Fue fan-jodidamente-tastico. Hasta que llegamos a la escuela y el de seguridad nos mandó a la oficina por salir del campus y no ser del grado mayor (ya que son los únicos que pueden salir). Nos fueron detención el sábado, pero no asistí porque tenía que hacer exámenes. Tengo suerte, joder.

5. Tomar en la escuela. Vodka con Pepsi. No la mejor cosa que he probado (odio la Pepsi, amo el vodka) , pero fue dentro de la escuela y tomamos frente a la clase, y ellos ni en cuenta. Creo que es parte de lo que siempre recordaré: la vez que Gi se atrevió a tomar en lugar público. No suena como una gran cosa, pero para mi es un logro.

Diario de una Adolescente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora