Jueves, 14 de Mayo, 2015.

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Querido diario:

Pensé que mis semanas de estrés ya habían terminado, pero me equivoqué rotundamente. Sigo haciendo exámenes, sigo teniendo tarea, sigo sufriendo en la escuela, y es peor ahora que estoy enferma: resfriado, suena poco, pero es un dolor de trasero. Y en parte, tener tantos deberes es lo que me ha mantenido alejada de el internet y de publicar a diario.

El martes no fui a la escuela. Le rogué a mi madre que me dejara quedar en casa, así que dormí hasta las diez de la mañana, ayudé con los deberes del hogar por un rato, leí y escuché musica, además de organizar un poco mi habitación. A las dos de la tarde fui al dentista y después de eso fui a la librería por más libros que devorar. En la tarde miré una película. El Gran Gatsby de Scott Fitzgerald. Ahora que he terminado el libro antes que el resto de mi clase de inglés, decidí compararlo con las dos películas —la versión vieja y la nueva—. Leonardo es tan sepsi. No hace falta decir nada más.

Así que ayer miércoles fui a la escuela y fui a tomar mi exámen de Inglés Avanzado y dije "no puede ser tan malo, hoy salgo a las 12 en vez de a las 3, no perderé mucho tiempo". Sin embargo, no lo pude tomar, ya que mi nombre no estaba en la lista, y yo, toda tonta y torpe, nunca me fije que jamás había apuntado mi nombre en la lista de Inglés Avanzado, Idioma y Composición, y lo apunté en Literatura. Cuál es la maldita diferencia, me pregunto yo. Así que tengo que pagar por el examen que no usé, ya que el examen adecuado ya había pasado y nunca me di por enterada. O sea, no es que me importe demasiado no haber tomado el examen, ya que se supone que en primer lugar no era requerido tomarlo, pero ¿cómo le diré a mis padres que debo dinero?

Lo sé. Es un lío.

Y ni hay tiempo de pensar en Daniel, joder. Las clases se van súper rápido, trato de ponerme en linea, pero es estresante. He perdido peso, como, de estar pesando 122 libras ahora peso 116 libras, y sé que es por el estrés, ya que como súper bien. Soy como de esas chicas que se la pasan tragando y a cada hora del día tienen hambre. Ayer me puse a hacer de comer después de que salí de la escuela: Pollo al jengibre picante; lo que suena súper fancy pero sólo es pechuga de pollo, un montón de jengibre, chile morrón, pimientos, salsa picante, piña y perejil, todo en un sartén con mantequilla sin sal. Y lo acompañé con pasta de espagueti fino con almendras. Ah, a veces me inspiró en la cocina.

Me gusta cocinar, sólo que leer me termina seduciendo y no hago nada más, jaja. Pero por ejemplo, ahora que estoy tratando de ser vegana, necesito cuidar lo que como porque mi madre hace comida para todos y resulta que cuando menos lo espero tiene cocinados filetes de sirloin a las brasas y eww. Asco la carne roja.

Así que he dejado la carne de res y cerdo de lado. Ahora como sólo mariscos y pollo y el resto es un montón de verduras. En un tiempo espero dejar de comer pollo y dejar todos los lácteos de lado porque ahora sustituyo la leche por leche de almendras, pero el yogurt me gusta mucho y no quiero cambiarlo por uno hecho de soya, al igual que el queso fresco, que pronto tendré que eliminar por comer tofu (que no es malo, de hecho. Pero el queso fresco con tortillas recién hechas es un manjar). Y todo esto no es porque quiero ser delgada ni nada de eso, sino porque amaba la carne, como, con todo mi pulmón derecho, sobre todo la de venado, pero sé que no es saludable. Y ¡tadaaa! Gi será vegana.

Ya es tarde, así que los dejo. Tengo que poner atención  en clase.

Con cariño, la chica estresada, vegana wannabe, que ama a Leo DiCaprio,

—Gi.

Diario de una Adolescente.Where stories live. Discover now