Diario de una Adolescente.

Una breve descripción del pueblo en donde vivo.

Okay, esto será narrado como párrafo de novela para mejorar el drama:

Era un pueblo rodeado por campos de cultivo y granjas. El aire no olía a humo de fabricas ni a contaminación atmosférica, pero en el ambiente había un mínimo fétido olor de excremento de vaca algunos días. El pueblo no era grande, apenas contaba con una Walmart, un McDonald's, un Starbucks, Jack in The Box, Denny's, KFC, un Walgreens, y otro par de tiendas pequeñas alrededor que hacían el lugar ligeramente interesante. Seis diferentes tipos de iglesias, una High School, dos escuelas medias, y cinco elementales. Dos zonas de ricos, cinco de clase media y dos de pobres. Dos barrios de pandillas; norte y sur, en donde constantemente se escuchaban disparos.

Había una pizzería deliciosa llamada Pizza Plus, en donde todos los días después de escuela los chicos iban a comer los deliciosos rollitos de queso en pan de ajo. También había un lugar llamado Blue's Café, el cual era una maravillosa puerta hacia lo retro, sillones multicolores, lamparas vintage, cuadros exóticos y numerosos objetos colgados del techo, sin uso aparente en estos días pero con gran propósito en los 50s. En la puerta, había un letrero verde marcando la ruta 66 con destino a la chingada. Era el lugar más hermoso que la narradora había visto en su llegada a Patterson. El Café también era manejado por los mismos dueños de la florería al lado.

Frente a ambos, había una tienda un tanto extraña. La Tienda de la China, la nombraban algunos, pero en realidad no había título en el lugar. Una gran tienda con ropa, figuras de porcelana, cosas de papelería, y dulces mexicanos. Después de escuela algunas veces la narradora solía ir con sus amigas a comprar dulces. Había un rumor de que la Chinita no solo vendía eso, pero que si le preuntabas por hojas para enrollar hierba también te ofrecía la hierba misma.

Además había una pequeña librería con geniales libros que estaban ordenados por categorías, y la narradora ya había leído la mitad de la categoría Ficción Adolescente en dos años. La escuela era algo diferente. Una jungla de diversas mentes en donde el mejor era el único que sobrevivía. Quizás el Darwinismo social no sólo era un mito.

Había glorietas por todo el pueblo. En estas glorietas la gente se peleaba por llegar primero y no ceder el paso como los letreros lo indicaban. Había una frente a la iglesia; era una tortura no poder hacer nada cuando los demás pasaban y no te dejaban entrar. Veías a la iglesia y rezabas por paciencia.

Era un pueblo interesante. No sólo por la diversidad de razas y culturas que vivían en él; caucásicos, afroamericanos, chinos, hispanos, etc. Si no que cuando había celebraciones la gente se olvidaba de sus problemas y se reunían en el Círculo; la glorieta más grande localizada en el centro. Cerraban las calles y ponían puestos de comida y traían juegos mecánicos y era una gran feria. En esos días se podía respirar la calidadez del ambiente, y todo era entusiasmo nuevamente.