❝Cuando el amor renace de las cenizas, el corazón se llena de esperanza y temor.❞
Shim Yerin se ve en apuros luego de que su verdadero amor vuelve a la vida, su único deseo era quedarse a su lado, sin embargo, tenían que descubrir el como llegó hast...
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Se encontraba en el sofá con Soobin, platicaban como si todo hubiera vuelto a la normalidad, cuando solo era él como fantasma, todo estaba yendo bien hasta que su plática comenzó a parecer una despedida, se sintió confundida y un poco asustada, no sabía porque Soobin comenzaba a hablar de esa forma.
—Mi amor, fue increíble estar contigo una vez más, pero como sabrás es tarde, debo regresar.
—¿Piensas dejarme otra vez? Por favor no me dejes, no podría perderte por segunda vez —rogaba desesperada esperando convencerlo.
—Lo siento cariño, así son las cosas, te amo mucho, nunca lo olvides ¿sí?, Se feliz. —Se levantó del sofá con una bella sonrisa que no era mutua.
La chica lo miraba sin comprender, tenía miedo a que la dejara otra vez y no estaba dispuesta a hacerlo aún, se levantó negando, Soobin no quitaba su bella sonrisa y comenzó a agitar su mano para despedirse, sus hoyuelos aparecieron y sus ojos se cerraron por completo, se veía demasiado lindo para una despedida.
—Me voy.
—¡No! —clamó tratado de detenerlo tomando su brazo, fue en vano, había olvidado que era un fantasma.
Había traspasado su mano como aire, sus ojos comenzaron a cargarse y su nariz tenía escurrimiento, la sorbió y dejó fluir una pequeña lágrima, miró como comenzaba a desaparecer en el aire, como si se volvieran uno solo, ella lo miró marcharse con esa sonrisa tan alegre sabiendo lo que estaba pasando, Yerin se quedó ahí llorando hasta verlo irse por completo, cuando por fin lo hizo comenzó a gritar, estaba volviéndose loca de perderlo una vez más.
—Choi Soobin ¡No! ¡No te vayas! —Gritó despertándose con el corazón acelerado.
Se recargó en el espaldar de su cama cerrando los ojos con fuerza, había sido una pesadilla, se relajó para acabar con los fuertes latidos de su corazón, estaba muy alterada, se percató de que no vio a Soobin cuando se sentó, se preocupó abriendo sus ojos mostrando su miedo, se tranquilizó un poco al mirar a Soobin frente a ella observándola.
—¿Estás bien? Estabas gritando que no me fuera, me asusté un poco. Incluso estás llorando, ¿tuviste una pesadilla?.
—Creí… creí que me dejarías otra vez, no lo hagas ¿sí?
—No lo haré, cariño.
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