❝Cuando el amor renace de las cenizas, el corazón se llena de esperanza y temor.❞
Shim Yerin se ve en apuros luego de que su verdadero amor vuelve a la vida, su único deseo era quedarse a su lado, sin embargo, tenían que descubrir el como llegó hast...
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Las clases estaban siendo estresantes, entre más tiempo pasaba más complicada se volvía su carrera. Toda su atención estaba puesta sobre la profesora explicando el nuevo tema y el proyecto en equipo que tendrían que realizar, le había tocado trabajar junto a Beomgyu y no sabía como sentirse, le alegraba pero tenía miedo a volverlo incómodo después de todo lo sucedido con ellos, sus problemas seguían sin ser resueltos y sería motivo suficiente para sentirse extraños juntos.
La maestra les dio tiempo para ponerse de acuerdo y con vergüenza lo miró. Beomgyu iba a hablarle antes de ser interrumpido por ella, soltó su pregunta con rapidez sin ser entendida por él, tuvo que repetirlo.
—¿Puede ser después de clases?
—Sí, está bien —Respondió con una sonrisa a medias. Iba a decir algo más pero no se atrevió, su valentía desapareció con solo pensar que se trataba de ella.
Esperó que el resto de su clase terminara pronto para comprar un café y terminar con el sueño que cargaba, tanta tarea la hacía dormir menos esos últimos días, tras su regreso de vacaciones las cargas eran más grandes que de costumbre, pronto sería finales de año y debía aplicarse si deseaba llegar a ser una buena médica reconocida. Preparó su café tomándolo en una banca en el gran patio de universidad, estaba en el área de deportes observando lo genial que se veían los chicos en el básquetbol, siempre fue fan pero su poco tiempo la llevaba a nunca practicarlo. Sonrió al ver al equipo perdedor quejarse por ello, dio un sorbo de su café notando como un chico se acercaba, era WenJu líder del grupo de básquet.
—Eres Yerin, la chica del área de medicina, ¿Cierto?
Ella asombrada asintió, no sabía que la conocía y mucho menos que sabía sobre ella y su trabajo en la universidad, quizá el uniforme decía mucho.
—Kinchan me contó sobre ti. ¿Te gustaría jugar con nosotros? Solo es juego nada formal, una doctora necesita un descanso debes en cuando ¿no?
Sonrió.
En ese momento estaba necesitando de un ángel que la sacara de ese estrés y como si nada le había llegado uno, la vida estaba de su lado, tenía miedo a terminar humillada por nunca haber jugado antes, a pesar de ello, sabía que era para divertirse, perder o ganar estaba de menos. Resultó no ser tan mala como creía, le estaba yendo bien que incluso ella misma se sorprendió, no era una experta pero para ser su primera vez jugando lo estaba haciendo bien.
Se sentía tan feliz que su semblante era adornado por una gran sonrisa que se notaba no quería desaparecer, también habían risas de su parte, desde hace mucho no se sentía de esa forma. Deseaba que Soobin estuviera ahí para poder verla divertirse y, aunque él no estaba, Beomgyu sí. Estaba escondido viéndola sonreír, él también expresaba su felicidad con sólo verla, empezaba a tomarse como un tonto porque a su lado nunca la vio así, le costaba trabajo entender aún las cosas entre Soobin y ella. Beomgyu se encargó de tomarle fotografías y videos de como se divertía, estaba seguro que ella le iba a agradecer por eso, parecía un acosador, lo cual no era, llegó ahí debido a que al buscarla la encontró jugando decidiendo quedarse.
