Ghosting |Choi Soobin

Soobin

Un momento donde dejé de escuchar su llanto y de sentir su mano sobre la mía, ya no estaba en mi cuerpo, podía verme y podía verla a ella gritando con desesperación para que despertara, odiaba ese sentimiento que estaba en mí al verla sufrir, supuse lo que estaba pasando y me sentí mal de estarlo presenciarlo. Me dolía que mi último latido fuera estando con ella, la vi gritar y sufrir mientras los médicos la sacaban, mi familia le daba consuelo cuando ellos mismos también lo necesitaban, habían la esperanzas de que mi ser volviera a la vida según los médicos, no duró mucho tiempo cuando miraron que no pude volver, sabía que era mi final y no me quedaba más que esperar lo próximo a suceder.

Cuando los médicos dieron el aviso oficial pude mirar llorar y gritar con dolor a los presentes, era más doloroso para mí verlos destrozados, no sabía que ese momento sería así.

Llegó la noche y decidí irme con Yerin, estaba más preocupado por ella que por el resto de mi familia, ya les había advertido y se habían preparado para ello, aunque seguía siendo complicado, no era tan fácil asimilar que perdieron un hijo. En su casa la vi seguir llorando sin control, estuvo en la oscuridad gritando miles de cosas que hacían más feo el momento, yo me sobre salté cuando de la nada comenzó a tirar todo lo que encontraba a su alrededor, hizo un desastre con nuestro hogar, rompió los cuadro de fotografías más cercanos y entró en desesperación, estaba preocupado por ella, sentía la necesidad de abrazarla y calmarla, incluso pedir ayuda para ella. Estuve observándola hasta que se quedó dormida, fue así cuando me sentí tranquilo.

Al siguiente día temprano por la mañana siguió con su depresión en el silencio que la acompañaba, un mensaje interrumpió la tranquilidad, era mi madre, estaba invitándola a asistir a mi funeral diciéndole que me gustaría que estuviera ahí, quizá era cierto me hubiera gustado, pero no quería que fuera a sufrir más, la vi dudarlo y al final decidió por cambiarse, cuando por fin estuvo lista se fue, logré verme dentro de ese lugar y a todos despedirse, también mi madre estaba ahí viéndose muy mal, jamás la había visto así, cuando se vio con Yerin fue una terrible sensación la que hubo en mí, las dos comenzaron a compartir su dolor por mi partida.

No estaba listo aún para irme de esa manera, sin decir adiós ni pedirle perdón a la persona que amaba, me sentía culpable de ser la causa de tanto dolor en las personas cercanas a mí, nunca imaginé que morir tiraría dolor para mí también, pensaba que cuando muriera no sabría nada más después de mí y que ya no sabría nada de la vida, cuando resultó no ser así.

Esa misma noche estuve a su lado cuando trató de dejar irme, envió una flor al mar diciendo que me extrañaría, eso fue más desgarrador para mí. 

—Te extrañaré aún más y créeme, esto me duele más a mí que a ti. —Expresé lleno de tristeza con lágrimas en mis ojos, en el fondo sabía que dejarme ir no sería tan fácil como dejar ir a esa pequeña flor roja.

Una semana completa de presenciar el dolor en mi familia y mi novia, no podía soportarlo como debería, luego de esa semana vi un túnel con una luz dentro, reí un poco para mí, era realidad ver la luz, supuse que eso significa que debía irme, sin dudarlo entre a ese lugar para comenzar a caminar.

Caminé y caminé sin alcanzar la salida, era cansado así que algunas veces me sentaba para descansar unos cuantos minutos y recuperarme.

—¿Acaso no hay una salida? ¿Cuánto más debo caminar? —Me preguntaba cansado de seguir el  túnel, incluso llegué a pensar que no era el camino indicado.

Logré estar más cerca de la luz, en ese punto me detuve y con mi mano bien abierta toque la salida, la cual parecía un vidrio que me hizo caer y perder la conciencia, fue ahí cuando desperté en mi habitación sin entender que sucedía, así había empezado está extraña aventura, creo que al parecer todo estaba relacionado con Yerin, pero no estaba seguro y quería afirmarlo.