Epílogo

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Los años habían pasado, aquella pareja seguían unidos y oficialmente casados, al igual que Yerin cumplió su sueño de graduarse como médica pediatra, una muy reconocida por los niños del hospital universitario donde había obtenido un trabajo luego ...

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Los años habían pasado, aquella pareja seguían unidos y oficialmente casados, al igual que Yerin cumplió su sueño de graduarse como médica pediatra, una muy reconocida por los niños del hospital universitario donde había obtenido un trabajo luego de graduarse. Todo iba muy bien con ellos dos, realmente se amaban y no iban a negarlo, eran la pareja ideal que tanto habían cuidado de su relación, lo lograron, estaban destinados a estar juntos.

Caminaban por las calles de Ansan con dirección a su parque favorito, era un día muy importante que festejarían en ese lugar haciendo un bonito picnic, llevaban todo preparado. Tomaron su lugar preferido acomodado una manta en el suelo poniendo sus cosas sobre ellas, sacaron el pequeño pastel que traían y colocaron la vela, era el cuarto cumpleaños de su bebé siendo el motivo de su festejo.

—Ahora pide un deseo Lian.

—Deseo que mamá, papá y yo seamos felices. —Pidió en voz alta mientras apretaba sus ojitos y juntaba sus manos dispuesto a soplar las velas del pastel, era pequeño aún por lo que recibió ayuda de sus padres.

Yerin no pudo evitar sonreír ante la ternura de su bebé plantando un beso en su mejilla, era una madre orgullosa de su familia, y Beomgyu el padre celoso de ver a su hijo recibir más cariño.

—También quiero un beso. —Le reclamó haciendo un puchero como su bebé cuando estaba molesto.

La ahora rubia no puedo evitar reír dejando también un beso en la mejilla de su esposo, estaba feliz de ya tener cuatro años casados y una hermosa familia formada. Su familia no tardó en llegar al pequeño lugar para festejar el nuevo cumpleaños del bebé, iban a divertirse mucho, era seguro, aunque Yerin había prometido a Lian visitar a su tío Soobin, no estaba lista para ello, pero Lian había insistido tanto que tuvo que aceptar hacerlo.

Lian sabía tanto de Soobin que incluso deseó haberlo conocido, se le hacía una gran persona y la más linda al cuidar de su madre, además el era quien había regalado a su actual mascota a la que más amaba, estaba muy agradecido por eso.

Tan pronto como tuvieron el tiempo Beomgyu condujo a la dirección del lugar, Lian y Yerin llegaron juntos tomados de las manos mientras que Beomgyu se alejaba un poco dándoles su espacio. La rubia soltó un suspiro agachándose a la altura de Lian con una sonrisa mientras retenía las lágrimas.

—Puedes hablar con tu tío binnie, aunque él ya no pueda responderte seguramente estaría feliz de escucharte.

Una lágrima repentina resbaló por su rostro que el menor limpió dando un pequeño beso en la mejilla de su madre.

—No te preocupes por tío Binnie, el está feliz, me dijo eso en mi sueño. —Yerin no pudo resistir a darle un abrazo, era demasiado complicado para ella.

Aquel pequeño dejó las flores que llevaba y sonrió empezando a hablar con mucha naturaleza como si Soobin estuviera enfrente de él, fue una pequeña charla donde le contaba muchas cosas que hacía con Suwon su mascota, le agradaba a Yerin que el pequeño lo entendiera incluso siendo un niño.

Por último Yerin se quedó un momento sola con él, sonriendo un poco antes de hablar, necesitaba pensar como iniciar, hacía mucho que no iba, solía ir en cada aniversario de su fallecimiento y su partida, pero no se había atrevido a venir después de eso.

—Soy yo... De nuevo —soltó con una pequeña risa—. Me haces mucha falta, ojalá estuvieras aquí para ver a Lian, es tan lindo, jamás me imaginé con un hijo, o tal vez lo hice, contigo, el día que tuvimos esa linda cita junto al mar antes de que tuvieras que irte, ahora cumplí mis sueños como lo prometí. Espero estés cumpliendo los tuyos.

»Te amo, recuérdalo siempre, aunque no pueda verte ni escucharte, estoy segura que de alguna forma tú si puedes oírme, seguro estás pasándola bien, ahora no estás sufriendo o eso quiero pensar. Vendré más seguido, lo prometo.

Una promesa que cumplió, muchas le esperaban en su vida, Soobin era un fantasma de nuevo, ayudaba a las demás personas como él, se divertía mucho en su trabajo, claro que lo hacía pero más le encantaba observar que toda su familia estuviera bien y de vez en cuando tratar de comunicarse con ellos de alguna forma.

Todo estaba saliendo de maravilla al final el sufrimiento duró poco ahora solo agradecían esa gran oportunidad que no todos tenían, y ellos dos habían sido dueños de ella.











Hola este ha sido el final de ghosting, agradezco a todos los que llegaron hasta aquí y le dieron una oportunidad, sé que no es la mejor historia, pero hice todo lo que estuvo en mis manos para hacerla agradable.

Nuevamente ¡Gracias suns! Estaré viéndolos en cualquier otra de mis historias a las que gusten visitar...

Ghosting |Choi SoobinWhere stories live. Discover now