Es raro el amor ©

Capítulo [2]

Helado de Brownie

Mason

-Esta es bonita, es preciosa

-Para ti, a mi me gusta más ella.

-Es muy... no lo sé, la roja es mejor.

-Pero esta me gusta más. A demás, la usaré yo, no tú -me dió un empujón hacia atras y cogió la playera con una chica en bikini, era una morena de cabello negro y chino.

Ian se metió a los vestidores, miré la ropa. Desde faldas muy cortas y faldas que no te cubren absolutamente nada. Cuando salió venía con una mueca en el rostro, pude ser consciente que se encontraba enojada, solté una carcajada.

-Espero y te estés riendo de mi cara y no de como me veo -dijo, severa.

-Te ves bien, solo me río de tu cara.

Puso los ojos en blanco y se miró al espejo, hundió sus cejas, frunció los labios, formó muecas al verse y al final sólo se encogió de hombros y volvió a meterse en el vestidor. Negué con la cabeza y me pasé una mano por mi cabello, lo peiné un poco y mientras lo hacía Ian salió con dos bolsas de ropa de cartón y con una sonrisa. Me gusta mucho verla feliz.

Pasamos a la caja donde me cobraron la ropa, y al salir pasamos por un helado loco, el mío fue de brownie y el de Ian de pay de limón. También me contó sobre cómo la escuela a donde va es genial pero que odia cuando hay mucha gente, y que sus compañeros no le agradan.

-Quiero irme a vivir contigo -dijo de repente, me eché a la boca lo único que quedaba del cono de helado.

-No se puede, ya lo sabes. Te queda lejos la escuela.

Si, eso era algo horrible.

-Me puedo levantar más temprano, dah -ella también se comió todo el cono de helado.

-Ya hemos hablado de eso, Ian -le rodee el hombro y le estreche contra mi mientras caminabamos.

-Podemos hablarlo otra vez - continuó con la boca llena-, puedo cambiarme de escuela, he estado ahorrando. Trabajaré y...

-Ian no me hagas esto -me detuve y me puse de frente, Ian tragó saliva con fuerza y asintió lentamente con la cabeza.

-Bien, bien..., pero ven a visitarme. Es aburrido estar aquí.

-Trataré de terminar mis trabajos a tiempo para venir a verte -le di un empujón hacia atrás.

-Más te vale -me dio un empujón donde casi caigo de culo.

-Tan linda y amable mi hermana.

-Siempre -se pasó el cabello detrás de la espalda y me mando un beso con el dedo de en medio.

Me rodeó la cintura y yo el hombro, ambos seguimos caminando abrazados. Solo de repente me hacía preguntas como: ¿tienes novia? ¿Sabías que una vaca y un mueble no se parecen en nada? "Me pica la espalda".

Al llegar a casa de mis padres dude un momento si entrar o no, pero... fue como decidir si como chocolate o tomo orina.

-Si, también... ¡Mason!- chilló mi madre y corrió a abrazarme. Le devolví el abrazo y sonreí con la boca cerrada, vi a mi padre apoyado en la barra de la cocina y estiré mi brazo para saludarlo en lo que mi mamá me sacaba hasta los huesos- Estás un poco más gordo, deberías ir a hacer un poco de ejercicio.

Se separó de mí y me dio una palmada en la mejilla.

-¿Quieres quedarte a comer? He hecho pasta con queso.