Capítulo [14]

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Me considero fan #1 de la música


Mason

¡Si, por fin está pasando!

Si, pero…

¡No hay peros! ¡Debemos disfrutar!

Esto está mal, este es muy mal momento…

¡Hay que besarla!

Al verla cerrar sus ojos y comenzar a mover sus labios; dejé una mano en su cuello y la alejé con mucho cuidado. Antes de que abriera los ojos pasé la lengua por mi labios, oh dios que espectacular sabor.

—Alex…— dije lo más normal que pude, sus ojos se volvieron tristes. Tuve las ganas de sujetarle su hermosa cara y estamparla contra mi, morder sus labios y besarla… mierda si que quiero hacerlo. Esos ojos que hizo no creo que salgan jamás de mi cabeza.

Pasó saliva y se mordió el labio con nerviosismo. Yo quiero morderlo, me quedé observando sus labios mientras ella miraba otro lado y de repente; apartó mi mano y se dio la vuelta hacia el lavabo. ¿Qué debería hacer? ¿Le digo que en verdad muero por besarla? Es tan testaruda que dudo que me crea, me limité a mirarla y recorrerla con la mirada. Llevaba unos pantalones que le… se le ven bien, sacudí la cabeza.

¿Por qué se le tiene que ver bien todo?

Apenas pude ser consciente cuando me pasó por un lado. Alcancé a tomarla del brazo y me ubiqué delante de ella evitandole el paso.

—No, oye…

—¡No! Está bien, en serio. No quieres besarme, ya lo entendí, no volveré hacerlo. Odio forzar a las personas, odio tanto tener que rogar.

La observe estupefacto, ¿cómo es capaz de decir eso? ¡Llevo mandando cientos de indirectas desde que la conocí! Ahora si quiero besarle toda la cara y que todos piensen que somos unos locos. Apreté los puños y negué con la cabeza.

—¿Qué no te quiero besar? Dios, es lo que me vengo imaginando desde que te conocí. Lo imagino en la ducha, en la habitación, en el baño y en todas las jodidas calles de esta asquerosa ciudad. Así que no vengas a decirme que no quiero hacerlo.

No te vayas contra ella.

—¡Me has rechazado el beso! ¿Qué te pensabas que iba a imaginar? Me dejaste humillada.

Miré la forma en la que sus labios se movían cada vez que una palabra salió de su boca. No puse la más mínima atención a lo que dijo.

—No, eso no…— improvisé— Alex, quiero besarte, quiero besarte todo el día. El resto de los años si es posible.

—¡¿Y por qué no lo haces?!

Oh mierda, no me digas eso ahora.

No te vayas contra ella.

—¡No puedo hacerlo! No ahora que estás pasando un mal momento. Estás triste y deprimida, no puedo aprovechar este momento para… para besarte. Estás vulnerable y no pienso hacerlo.

Mi respiración estaba agitada y el corazón me martilleaba con fuerza. Sentía taquicardia y el que ella no dijera nada por los siguientes segundos la aumentó.

Cuanto odiaba que ella provocará esto en mi porque en mi puta vida había sentido esto.

Alex arrugó su nariz roja como conejo.

—¿Sabes qué? Pues sí, sí tienes razón. Pero me dejaste humillada, ahora me siento mucho más deprimida que hace un momento.

No te vayas contra ella.

Es raro el amor ©Where stories live. Discover now