03. La inocencia de un infante

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Jaehyun había llegado aquella mañana a casa de Doyoung con intenciones de llevarlo a dar una vuelta por la feria de la ciudad, sabía lo estresado que había estado en los últimos días y quería, de alguna manera, ayudarlo a distraerse

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Jaehyun había llegado aquella mañana a casa de Doyoung con intenciones de llevarlo a dar una vuelta por la feria de la ciudad, sabía lo estresado que había estado en los últimos días y quería, de alguna manera, ayudarlo a distraerse. Pero cuando fue recibido por el pelinegro, nunca, jamás esperó encontrarlo con un bebé en brazos.

Ni en sus más oscuros sueños imagino aquello.

—¡Sabía que no eras virgen, maldito conejo de la india!

Doyoung parecía querer asesinarlo con la mirada ante la mención del ridículo y molesto apodo por el que había sido llamado. Estuvo a punto de golpearlo, de no ser porque la bebé había estallado en llanto.

—¡Mira lo que hiciste! ¡Me costó trabajo hacerla dormir, Jaehyun!

Doyoung se acercó —a regañadientes— hasta la bebé y la cargó, tenía ya lo ojitos bien abiertos y lo observaba, somnolienta. Por más cansado que estuviera, no podía contener las ganas que tenía de ir hasta ella cada que pegaba en llanto. Taeyong le había dicho el día anterior que los bebés solían ser muy sensibles con el cambio de clima.

Pero ella lloraba hasta por el más mínimo ruido, y eso le preocupaba demasiado.

—¿Puedo cargarla?

—Primero siéntate.

No es que Doyoung no confiara en Jaehyun, pero recuerda perfectamente aquella vez en la que su amigo casi había tirado a su hermanito, Jungwoo, cuando lo cargó por primera vez. Jaehyun... La verdad es que él no era bueno con los bebés. Para él, los bebés eran muy pequeños y delicados.

Jaehyun se sentó en el sofá y extendió las manos, recibiendo a la pequeña con suma delicadeza, no quería lastimarla. Se veía tan delicada, y contrario a su apariencia grande y algo llenita, no pesaba tanto, era bastante ligerita.

—Es muy hermosa —señaló enternecido—. ¿Cómo es que pasó esto, Doyoung? Hasta hace dos días solo eras un estudiante de leyes y ahora ya eres papá. ¿Te la vas a quedar?

—¿Por qué todos hablan como si fuera un objeto? Se dice adoptar, no quedar. Y la verdad no lo sé, aún no sé qué es lo que haré, pero por ahora trato de no pensarlo. Taeyong se llevó el sobre para leerlo.

—¿Taeyong? ¿Sobre? ¿De qué estamos hablando?

Jaehyun era tonto o de verdad no entendía.

Los golpes en la puerta hicieron que ambos se asustaran, la bebé pareció no notarlo, estaba muy tranquila entre los brazos de Jaehyun. Doyoung se levantó del sofá y caminó hasta la puerta, cuando la abrió se encontró a quienes ya esperaba. Se habían tardado más de lo que creía iban a hacerlo. Entraron al departamento, ambos se sentaron en el sofá frente a Jaehyun, este los miraba de una manera extraña, como si los estuviera analizando. Taeyong se movió en su lugar, ligeramente incómodo y nervioso.

Papá por accidente (Taedo) Where stories live. Discover now