20. De regreso a casa

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Cuando Doyoung logró calmarse se sintió muy avergonzado, tanto, que cuando se separó de Taeyong no pudo verlo a la cara de nuevo

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Cuando Doyoung logró calmarse se sintió muy avergonzado, tanto, que cuando se separó de Taeyong no pudo verlo a la cara de nuevo.

¿Por qué el mayor causaba ese efecto en él?

—¿Te sientes mejor? —preguntó, Doyoung asintió—. Bueno, iré a avisarle a Kun que Irene ya despertó. Me encantaría revisarla, pero el es quien atendió a Irene.

Una vez que Taeyong salió de la habitación, Doyoung pudo soltar el aire que había estado conteniendo en sus pulmones. Irene alzó su manita y dejó sobre la mejilla de Doyoung, provocándole miles de emociones, la felicidad y ternura siendo las principales.

—Tu papá es un tonto enamorado, ¿No es así?

Y es que, efectivamente Doyoung estaba aceptando sus sentimientos por Taeyong, aquel encantador chico rubio de, aproximadamente, 1.78. Y pese a no llevar tanto tiempo en conocerse, Doyoung lo había tratado lo suficiente como para darse cuenta lo maravillosa persona que el rubio era. Tal vez, incluso, fue esa amabilidad y gentileza que lo caracterizan lo que hizo y provocó que Doyoung quedara completamente enamorado.

Pero no sé atrevía a decirlo en voz alta, no sabía los problemas que eso podría causar entre ellos.

La puerta de la habitación se abrió y por ella entraron una fila de personas, Kun, Taeyong, Donghyuck y Jaemin, todos en ese respectivo orden.

—Muy bien, vamos a revisarte, pequeña.

Kun se puso los guantes de látex y acercó su mano al rostro de la infante, abrió ligeramente su boca y la inspeccionó, cuando terminó se retiró el objeto de las manos y tomó el estetoscopio que traía en el cuello, para checar los signos vitales de Irene.

Los demás veían todo en silencio, sin atreverse a hablar por miedo a ser sacados de la habitación.

—Todo parece estar bien. Sus signos vitales están estables, su corazón late con normalidad y sus pulmones están funcionando de manera correcta —dijo Kun una vez que terminó de revisar a Irene—. Bueno, pequeña niña, ya puedes regresar a casa. Sólo recuérdale a papá que eres alérgica al zapallo, así cada vez que haga pollo no tendrá que darte esa horrible verdura.

Doyoung rió, la manera en la que Kun trataba a Irene era muy tierna.

—Entonces, ¿Realmente fue el zapallo lo que provocó su alergia?

Kun asintió, se dió la vuelta y tomó la hoja que había dejado encima de la camilla  cuando entró, para entregársela al padre de la infante.

—Aquí tienes anotado todos los alimentos que Irene puede ingerir y comer sin la necesidad de preocuparse. Siéntete tranquilo y libre de darle todo lo que encuentres aquí.

—¡Muchas gracias! De verdad, te agradezco mucho todo lo que has hecho por mi pequeña.

—No tienes nada que agradecer, créeme que me hace muy feliz estar rodeado de angelitos como esta pequeña niña.

Decir que Doyoung estaba feliz y contento de que Irene por fin estaba fuera de peligro, era poco. El pelinegro había salido de la habitación cargando a la bebé entre sus brazos, mientras le decía lo mucho que la quería y lo mucho que significaba en su vida.

Mientras tanto, Taeyong había ido a pagar y a buscar el alta de la pequeña, Jaemin lo esperaba afuera del hospital, dentro del coche de Taeyong, porque el mayor se había ofrecido a llevar al peliazúl hasta su casa.

Cuando se subió al coche, aprovechó que estaban solos y que la bebé estaba tranquila, para preguntarle sobre la relación que sostenía con Jaehyun.

—¿Tú y Jaehyun están saliendo? Y no me niegues nada, Jaemin, que vi claramente como se daban miraditas.

Jaemin suspira y se acomoda en el asiento, tomando una mejor postura que le permite ver a Doyoung a los ojos sin llegar a torcerse el cuello.

—Jaehyun y yo no estamos saliendo, al menos no oficialmente. Siempre hemos sido compañeros de grupo, me ha gustado desde la primera vez que lo ví, sin embargo, antes no había tenido ni la oportunidad ni el coraje para acercarme a él y hablarle. —Hace una pausa y desvía la mirada, sonríe bobo y continúa—. Pero estas últimas semanas se ha dado la oportunidad gracias a ti y he comenzado a frecuentarlo, le he dicho que me gusta y él me ha dicho lo mismo.

—Si el sentimiento es mutuo, ¿Por qué luces triste?

—Soy muy inseguro, Doyoung. Hace tiempo tuve una mala experiencia en la que mi ex novio se revolcaba con mi mejor amigo a mis espaldas. De no ser porque me enfermé noe habría enterado ni dado cuenta.

Doyoung hizo una mueca, no estaba muy feliz con lo que escuchó. Levantó su brazo y lo dejó sobre los hombros del menos y lo acurrucó a su costado.

—No dejes que una mala experiencia marque tu vida de manera definitiva. Recuerda que la confianza es una de las bases principales en una relación. Y en cuanto a Jaehyun, ten por seguro que él jamás te engañaría.

Y bueno, si su amigo llegaba a tener el pensamiento tan siquiera, le cortaría las bolas y se las daría de comer.

La puerta del coche se abrió y Taeyong entró, metió las llaves en la cerradura y encendió el coche, la calefacción junto con esta.

—Lo siento, olvidé encenderlo. Abrochen sus cinturones, por favor. —El Rubio espero a que los menores se abrocharan los cinturones, para poder arrancar—. Bueno. Ahora si, vayamos a casa.































¿Qué tal todo por ahí?
Leslie, deja de sacar capítulo tras capítulo.

Papá por accidente (Taedo) Where stories live. Discover now