Tome el teléfono y le apreté el botón, la pantalla se iluminó mostrando una foto mía durmiendo y la hora.
Sentí como apretaban mi mano con fuerza, me dolió mucho, Esteban me quito el celular y me dio un golpe haciendo que caiga al suelo, me tome la mejilla y comencé a llorar por el dolor.
-que mierda haces Catia- el estaba enfrente de mi cruzado de brazos y con la cara roja de coraje
-yo-yo so-solo quería ver la hora-
-tu que?- se agachó frente a mi
-solo quería ver la hora-
Me dio un golpe en la cintura y comencé a llorar muy fuerte, me toque el área afectada y Esteban me agarro del cabello y me arrastró a la habitación, para evitar el dolor me fui empujando con los pies lastimándome.
-no por favor, suéltame- pedí mientras me metía al cuarto
-quieres llamar a la policía?- pregunto cuando me levantó, mis piernas estaban hechas gelatina del miedo
-no, por favor- grite cuando me empujó a la cama
Me dio un golpe en la mejilla y comencé a patearlo para alejarlo de mi, pues sus golpes me dolían mucho, y no quería que mi mamá me viera golpeada.
Comenzó a golpearme de una manera tan horrible que hasta respirar me dolía, y me tiro al suelo y estaba muy frío
Salió de la habitación y regreso con un cinturón en la mano, me dio el primer golpe y siguió hasta que descargo toda su ira en mi, tenia sangre en la cara y piernas, me levantó y solté un grito de dolor.
Me acostó en la cama y levanto mi vestido para quitar mi braga, se desnudo frente a mi y comenzó a tocarse. Subía y bajaba su mano en su miembro. Lo vi excitarse y se subió en mi para penetrarme, me apretaba los pechos y mordía mis hombros y cuello.
Paso una hora de mis gritos, golpes, insultos, toques, llanto, jaloneos. Me dejo en la cama aun con el vestido levantado, las piernas abiertas y su asquerosa cosa saliendo de mi.
-mañana nos iremos y olvídate de volver a ver a tu estúpida madre- dijo apretando mi pompi
-eres una buena para nada, ni para coger me sirves-
-basta- susurré
Aunque no quisiera sus palabras me dolían, no solo esas si no todas acerca de mi cuerpo.
-Cállate, eres una estúpida... da gracias que te amo si no ya te hubiera matado- lo último lo susurro muy bajito pero lo escuche
El salió de la habitación acomodando su pantalón, no me podía mover, comencé a llorar por el dolor.
No entiendo que hice para que esto me pasara, o por que a mi. No se por que se enojo tanto por nada, como puede decir que me ama cuando cada vez que se enoja esta a nada de matarme.
Soy tan estúpida, pude haber ignorado ese celular y evitar esto, además ya no veré a mi madre.
Y me siento como una maldita basura por empezar a tenerle un cierto afecto muy diminuto pero no lo pude evitar, cuando estaba de buenas era muy bueno conmigo y desearía que siempre fuera así pero cuando escape de su lado lo voy a refundir en la cárcel.
Me hice bolita en la cama aunque me doliera a diablos, llore hasta que me dormí.
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Esteban termino de curar la herida que me hizo con la hebilla del cinturón, me dejo la comida enfrenté.
-termina de comer, nos iremos a casa-
No dije nada y tome el plato para terminar y poder dormir en el auto.
-si te hablo tu contestas cat-
-déjeme tranquila-
-tu necesitas que te encierre en un sótano sin comer ¿no es así?-
Como se atreve gracias a el mi vida es un maldito asco. Lo odio, quisiera matarlo o matarme para dejar este infierno que estoy viviendo.
-cállese, lo odio, ojala se muera y me deje tranquila- le grité muy enojada
Grave error.
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❇Secuestrada❇
Teen Fiction-déjeme ir, no quiero estar aquí- solloce desde la esquina de la habitación Esteban el profesor de idiomas de la preparatoria Sumer tiene una obsesión por una de sus alumnas llamada cat. ¿Hasta donde llegara la obsesión de un hombre?