La vida me sonríe, pero creo que yo no le sonrío de vuelta y quizá eso al final del día me cueste muy caro.
Me mido el hermoso vestido color negro con cristalería que, hasta el día de ayer, catalogaba como "perfecto" para una noche importante, pero hoy ya no lo es más. Frunzo mi rostro mientras intento confeccionar algo completamente nuevo, tomando de base el vestido que ya tengo.
Soy una chingona y estoy orgullosa de serlo.
—Mara, ¿cómo vas? —Llega Tere, asombrándose al verme. Sus ojos muy abiertos y sus labios queriendo decir algo que no logra soltar hasta que su cabeza ordena las ideas y formula una pregunta: —. ¿No se supone que tu vestido era largo?
—Ya no lo es más —suelto, mostrando mi dentadura en una amplia sonrisa —. ¿Te gusta?
Ella niega, desconcertada.
—No comprendo cómo es que lo logras.
—¿Sabes si ya llegó mi maquillista? —cuestiono, luciendo el nuevo vestido frente al enorme espejo de mi habitación.
—Te espera en el estudio. Me adelantaré, Vibel está por llegar e iremos por algo de comer antes de ir al desfile. Nos vemos allá, hermanita. Te amo.
—No se vayan a manchar de grasa, es un evento de modas —advierto, conociendo perfectamente el descuido de Tere y su novio.
—¡Te amo, dije! —grita al otro lado de la puerta.
—¡Te amo!
La celebración es excepcional. Todos los espacios ocupados mientras las prendas de nosotros, los nuevos diseñadores, protagonizan la noche. Lo maravilloso del momento es que les encanta nuestro trabajo. La gente nos ama, ama lo que hacemos y eso me causa una gran satisfacción. Un cúmulo de sentimientos preciosos que quieren salir convertidos en lágrimas al final del evento, cuando debo subir al escenario para hablar y dar las gracias por todo el apoyo, la confianza y el cariño que nos brindan... que me brindan. Fui la seleccionada para cerrar con broche de oro tan espectacular evento, y no lo hago; no lloro. Pero mi emocional discurso cautiva a muchas personas, especialmente a aquellas que siguen el mismo sueño que yo, donde los alento a no desistir, a buscar hasta por debajo de las piedras y lograrlo, pues sólo entonces, la felicidad los alcanzará.
Justo como lo ha hecho conmigo.
Doy mis más sinceros agradecimientos y bajo de los reflectores junto a un coro de aplausos que se extienden por el enorme salón en el que se lleva a cabo la exposición más importante de mi marca hasta hoy; donde mi nombre, y el de otros diseñadores, se dan a conocer con grandes empresarios. "Cano" es sin duda la línea que más ha sonado esta noche y sé que gracias a ello, grandes cosas se aproximan.
—Tú estuviste más que maravillosa esta noche. Muchas felicidades, Mara —dice Fernando, sosteniendo mis manos mientras me sonríe.
—Gracias, Ferch —respondo—. ¿Tu hermana se encuentra por aquí? Me gustaría hablar con ella antes de que la prensa no me permita respirar.
Él presume que la chica es una eminencia para el modelaje, y en vista de que pronto empezaré campaña para reclutar algunas modelos, he decidido tener preferencia por la hermana de tan agradable ser.
Caminamos un poco hasta que una chillante voz se acerca con emoción.
—¡Oh, no me la creo! ¡Es un honor reencontrarme contigo, Mara! —dice, sosteniendo mis manos antes de besarlas—. ¡Te admiro tanto! Te has convertido en una increíble mujer y en verdad agradezco que me des esta oportunidad.
—Dale las gracias a tu hermano—digo sonriente, echándole un vistazo a la chica de piel canela, caderas y cintura pronunciadas, ojos oscuros y largo cabello lacio.
Es realmente guapa.
—Haber sido tu novio en secundaria tiene sus ventajas —suelta Fernando, con un ligero toque de gracia en el tono.
—¿Te parece si agendamos una cita? —inquiero, dirigiéndome a la chica—. El viernes, nos vemos a las cinco de la tarde en la matriz.
—¡Encantada! ¡Me verás puntual!—exclama desbordando felicidad, como si las palabras quisieran quedarse dentro de ella debido a la emoción que experimenta.
Todo es color de rosa, la noche pinta perfecta y como parece que nuestro encuentro ha llegado a su fin, empiezo a prepararme mentalmente para enfrentar a los medios, sin embargo, alguien se acerca a nosotros después de que la chica hace un par de señas efusivas. Lo enfoco... llevándome una escandalosa sorpresa.
Mi corazón se detiene, mi sonrisa desaparece.
No es posible.
Durante los meses que llevo en casa, no me había preocupado, tampoco lo había pensado o esperado, pues sabía que nuestros lugares concurridos jamás serían los mismos debido a las torrenciales diferencias que hay entre nosotros.
Me equivoqué.
Después de años, jamás imaginé que nuestro reencuentro sería de esta manera, mientras una hermosa chica a la que recién he agendado para contratar como modelo de mi marca, se abalanza sobre él para besarlo de la misma forma en que yo solía hacerlo...
Nuestras miradas se encuentran, sus ojos azules y mis café, pero no nos dan tiempo de más, ella tira de su brazo y lo acerca a nosotros con el propósito de presentarlo.
—Eric, ella es Mara; mi ídola en la industria. Mara, te presento a Eric, mi pareja.
Mi corazón, el mismo que juraba haberlo superado por completo, se derrumba frente a él tras sentir un gran pinchazo en su interior, un pinchazo que desborda todo lo construido. No tengo más opción, así que me desvivo para que por fuera no se note cómo realmente me desmorono por dentro.
Continuará.
Queridos lectoreeees, el oficial de nuestros sueños se encuentra de vuelta con la segunda parte de la historia !!!!
¿Qué les pareció este comienzo?
Espero les guste, y voy a confesarles que no la he terminado. Así que solo subiré corridos los primeros 13 capítulos, tengo previstos 20, así que con el resto me parece que esperarán un poco :(. Estoy en mi momento loco de subir todo lo que tengo escrito, pues he avanzado muchísimo en varias historias, pero sé que son un amor paciente.
Nos leemos pronto.
Dejo esta imagen solo porque sí, disfrútenla:
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