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Capitulo 22:

El de cabellos grises salió de su salón casi corriendo, bajos las escaleras de igual manera e Igual
cruzó los pasillos.

—SungHoon, ho...—las palabras de Heeseung quedaron en el aire, pues el menor solo paso por su lado sin siquiera mirarlo—... la... ¿Qué le pasa ahora?

El pelínegro que disfrutaba un barra de cereales como si fuera su último comida en la vida solo se encogió de hombros.

—Edta adi desde que zaled con Zeik.

Heeseung observó a su novio con cara y ladeó su cabeza a un lado.

—¿Qué?

Yeonjun trago.

—esta así desde que sale con Jake.

—Oh...—llevo una mano a la mejilla del mayor y limpió los rastros de comida—comes como un bebé, lo sabes ¿Cierto?

Yeonjun sonrió entrecerrado sus ojos y arrugó la nariz.

Por otro lado, Jake guardaba los útiles en su mochila, primero el cuaderno, después la carpeta y por último el estuche, el orden perfecto para que todo entrará de forma cómoda y ordenada.

Shim detuvo sus movimientos cuan alguien se paro junto a él. Jake levantó la mirada encontrando un paquete de galletas frente a sus ojos.

—Te tar...—formó una sonrisa y volteó—... ¿Youngbin?

—¿Esperabas a otra persona?

—Eh... Bueno... En realidad...

—Descuida, ya se la repuesta a eso—sonrió con amargura—felicidades, al final tu sueño se hizo real, eres el novio de Park.

—Bueno...—sonrió con un pequeño rubor en sus mejillas—yo no diría que era mi sueño.

—Ahá, niega la realidad, si quieres.

Jake poco a poco borró su sonrisa. Su amigo se comportaba de forma extraña; ya no solía ir a su casa, no lo saludaba cuando se cruzaban en los pasillos, no le sonreía.

—¿Te pasa algo? últimamente estás raro y...

—¿Por qué tiene que ser Park?—la mirada del mayor fue directamente al suelo.

—¿Qué intentas decir?

—¿Por qué de todas las personas, tienes que ser novio de SungHoon?

—Uno no elije a quien amar.

—¿Es eso?—musitó—... ¿Lo amas?

—Sí, Amo a SungHoon.

—Jakey, él no es bueno para ti. Se que te va lastima pronto, y...

—¿Quién eres tú para decirme eso?—podia notarse la molestia en su voz—se supone que tienes que estar feliz por mí, eres mi amigo.

—¿Tú amigo?—lo observo, luego negó—De verdad no te das cuenta, ¿Cierto?

—¿Darme cuenta de qué?

—Que estoy enamo...

—Bebé.

Una tercera voz interrupió al azabache.

El rubio volteó rápidamente y sonrió con alegría al encontrar a su amado en la puerta del salón.

—¡Hoonie!—el nombrado formó una sonrisa mientras se acercaba al mayor—¿Por qué te tardaste tanto?

Sunghoon deposito un pequeño beso sobre el puchero de su novio y acaricio su mejilla.

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