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Corre corre corre.

Tú puedes, no dejes que te alcance.

Estoy corriendo por todo el bosque para poder llegar a la cabaña, no puede alcanzarme, no lo permitiré, seré más velos que él.

Freno abruptamente cuando siento pasos lentos acercándose detrás de mí.

Él está a punto de alcanzarme.

Miro a la luna esperando que esta me de ayuda, no puedo permitir que yo acabe así, siendo una perdedora, y más con él, esto podría costarme mucho.

Estaba a punto de retomar la carrera, pero mi intento es en vano cuando el cuerpo de Liam choca con el mío y rodamos por el pasto. Intento ponerme de pie, pero él me detiene, volviéndome a arrojar al suelo. Se logra parar y yo le doy una patada en su abdomen, pero no se inmuta.

Él se empieza a reír y yo solo le quedo viendo como tonta.

—Te odio.

—Ajá—responde entre risas.

Le hago mala cara mientras me paro del suelo y me sacudo, él deja de reír, pero una sonrisa de diversión queda plasmada en su rostro, iluminando sus ojos azulados.

—Creíste que por ser mi mejor amiga te iba a ayudar.

—Obvio, supuse que servirías de algo.

—Estás loca si pensaste que ganarías. —Sonríe ampliamente, mostrando sus perfectos dientes.

—Sí, claro. —Me doy la vuelta y empiezo a caminar hacia la cabaña, siento que él me sigue el paso desde atrás —. Perdí experiencia—suelto intentando excusarme.

—Si, claro—responde igual que yo con tono burlón.

Qué vergüenza...

Seguimos caminando para llegar a la cabaña y los pensamientos se apoderan de mi.

Considero que me escondí en un buen lugar, la mayoría de veces lo hacía en árboles escándalos, pero esta vez conseguí una cueva para esconderme de Liam, pero aun así me encontró y no sé cómo lo hizo porque aquel lugar estaba escondido entre muchos árboles y plantas.

Al encontrarme intenté correr hacia la cabaña y no lo logré, él es más rápido que yo por obvias razones. Consideré que tal vez la oscuridad de la noche me ayudaría a un más, sin embargo, no sucedió. Supongo que Liam me conoce tan bien y por eso me encontró.

—Ya estamos llegando—avisa Liam.

Acelero el paso y llegamos a la puerta de la cabaña. La empujo para abrirla por completo y avanzo por el pasillo de madera, alcanzando la sala. Me quedo de pie, observando a quienes ya están dentro. Liam choca contra mi espalda, y noto que faltan...

—No lo puedo creer —exclama Celyse, mi mejor amiga.

—La verdad pensé que ibas a ganar—agrega Adriana.

Me acerco al sofá donde se encuentran las dos y me siento. Miro a Liam que se está en el pasillo, tiene una sonrisa ladina mientras nos mira, se da la vuelta yéndose de nuevo de la cabaña en busca de los dos faltantes.

—Solo faltan los dos —digo—, ninguno de los dos ha ganado y ahora está entre ellos.

—Curioso—dice Adriana.

—Seguro el nos busco primero para dejar ganar a...

—No, no creo—interrumpo con obviedad echando mi cabeza para atrás, cierro los ojos tomando un pequeño descanso.

Nos quedamos en silencio las tres, veo el pasillo esperando a que pase uno de los dos faltantes. Luego de media hora la puerta se abre, me paro para ver quién entra, y veo a mi novio Omeo y a Liam detrás de él y este ultimo está serio.

—Llámenlo—dice con molestia—. Me voy a mi cuarto—se da la vuelta dirigiéndose a las escaleras y desapareciendo en ellas antes de que alguien pueda detenerlo.

Todos los que estamos en la sala nos sumimos en incomodidad mientras que esperamos al vencedor.

Celyse tenía razón. 

—Zafir dijo que ya viene—informa Celyse avisándonos mientras habla por teléfono.

—¿Algo sucedió? —le pregunto a Omeo, buscando alguna pista.

—No lo sé—responde alzando los hombros, restándole importancia.

—Bueno... Adriana y yo nos vamos al cuarto a descansar—se levantan del sofá ambas y pasan por nuestro lado, Celyse diciéndoles chiste sin sentido a Adri. Suben por las escaleras y se van dejándome sola con Omeo.

Me quedo parada al lado de Omeo  sin saber qué hacer, él camina hacia las escaleras y yo hago lo mismo. Los dos subimos los escalones y al terminar lo sigo desde atrás entrando por el pasillo de las habitaciones.

Él abre la puerta de color negro que tiene nuestros nombres, al entrar Omeo se dirige a la cama sentándose en ella.

—¿Cómo te encontró? —pregunto intentando hacer conversación.

Él se quita los zapatos y luego la camiseta.

—No lo sé—responde a secas.

—¿Dónde te escondiste?

Voy a la cama y me siento al lado de él esperando a que responda. Omeo termina de quitarse la ropa quedando desnudo.

—Arriba de un árbol detrás de la cabaña —responde entrando al baño.

—¡Qué escondite tan bueno! —exclamo con ironía.

Voy por una bolsita de algodón y también al tocador para quitarme el collar, lo pongo encima de el, luego abro un cajón y saco el empaque.

— ¿Sabes por qué Liam parecía estar enojado? ¿Sucedió algo? —Voy al baño y entro.

Él entra a la ducha y yo me quedo esperando su respuesta mientras saco las cremas del cajón azul para quitarme el maquillaje.

—No lo sé. Cuando me encontró iba a bajarme del árbol y al caer le pegué, le pedí disculpas y ya.

Mientras él se da una ducha, yo me dedico a quitarme el maquillaje, limpiando cuidadosamente mis ojos y mejillas.

—Bueno...

Al terminar de quitarme el maquillaje me echo un poco de agua en la cara y salgo del baño.

Voy al armario y saco un pijama, me la pongo y subo a la cama, me acuesto y cojo las cobijas cubriéndome.

Espero que él salga del baño, cuando lo hace se pone una pantaloneta y se acuesta al lado mío abrazándome en completo silencio.



NOTA :

¿QUÉ LES PARECIO EL CAPITULO? 

ESPERO LES ALLA GUSTADO EL CAPITULO.

ESTO SERA MUY DIVERTIDO Y ESPERO USTEDES TAMBIEN LO DISFRUTEN.

LES AGRADESERIA MUCHO SI VOTARAN :)

BUENO...

HASTA LUEGO.

¿Y si tú fueras mi muerte? #1Where stories live. Discover now