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Recogí los papeles y los volví a poner en su sitio junto a la carpeta.

Paseo de lado a lado en la habitación y también dentro de mis recuerdos. 

En mi cuerpo y mente se cree un torbellino que busca estallar y arrasar con todo, pero no puedo. Yo necesito estar bajo control. Mi cuerpo se siente débil, mis piernas luchan con mantenerse en pie hasta que me rindo y choco con el suelo, las lagrimas vuelven a brotar libremente sin importarme el tiempo que duro en ese estado.

No puede ser verdadero.

Él no podría estar dentro de un mundo tan monstruoso, Liam no es parque de aquello.

—Por favor no... —lloriqueo apretando mis puños—. Él no puede ser malo, yo sé que no. Yo lo conozco.—Intento respirar y calmarme, pero no puedo.

Duele mucho.

Quiero que todo esto sea solo una broma, pero sé que no es así. Mis padres no jugarían con algo tan grabe. Pero tampoco puedo aceptar que esto sea verdadero.

Pensé que lo conocía, pero no es así.

La puerta principal suena y escucho los pasos de personas entrar. Inmediatamente, sé que no son mis padres porque ellos hubieran llamado a mi nombre y las voces que escucho lo confirman.

—¡Amarilis vinimos por ti, para irnos todos juntos! —escucho gritar a Celyse desde el piso de abajo.

Yo me quedo en el suelo donde estuve sentada llorando por una hora. Mi vista está en el suelo, siento el frío de aquello y a la par como mis manos están entumecidas por la fuerza que he ejercido.

Él es malo, tienes que aceptarlo.

No puedo, tal vez esto sea un sueño, ya despertaré.

No es un sueño, deja de mentirte.

Los pasos se escuchan más cerca, oigo la puerta abrirse lentamente.

—¿Adónde estás? —susurra Adriana antes de terminar de abrir la puerta—. ¿Pero qué te paso?

Alzó la cabeza para verla y ella se encuentra paralizada viendo mi estado.

—¿Qué paso? —vuelve a preguntar.

Se acerca para luego agacharse a mi altura y verme mejor, yo me tiro encima de ella abrazándola y llorando con más fuerza.

—¿Por que-é na-nadie me dijo? —murmuro en su oído con dolor agudizándose más mientras me aferro a ella.

Adriana no responde.

—¿Tú sabías?

—Amarilis...—suelta intentando alejarse de mi lentamente.

—¿Adriana ya la encontraste?—escucho a Liam antes de adentrarse a la habitación—. ¿Qué te paso Amarilis?

Se intenta acercar, yo por instinto me alejo de él y también de Adri terminando por apartarme.

No es porque le tenga miedo que me alejo. Nunca le tendré miedo a tipos de personas como él. Me alejo porque ya no confió, porque me traiciono, porque no se quien es el tipo de persona que tengo cerca, y ni siquiera sé sí es mi amigo o solo un desconocido, pensar en ello hace que duela mucho más.

Adriana voltea adonde esta Liam  y luego vuelve su vista a mí. Yo alzo mis ojos para notar a Zafir y Celyse parados en la entrada de la habitación viendo la situación.

—¿Qué sucede Amarilis? —cuestiona preocupado Zafir entrando a la habitación.

—Déjenme sola—pido susurrando.

¿Y si tú fueras mi muerte? #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora