04

21 4 0
                                    


Ya es de noche nuevamente y después de quedarnos un rato más en la montaña decidimos bajar y venir a la cabaña, ahora nos encontramos en la terraza hablando sobre recuerdos.

—Ella se estaba peleando con una niña porque no quería darle una muñeca—cuenta Zafir sobre cómo nos conocimos de nuevo. Les divierte a todos y a él le encanta contarla una y otra vez—. Tuve que ayudar a separarlas porque ella iba a terminar matando a la pobre niña. Nos llevaron a rectoría a Liam y mi. —Hace comillas con sus dedos—. Porque participamos en la pelea. Lo peor de todo es que Liam no estaba haciendo nada, solo se reía sin para y apoyaba a Amarilis con gritos. La rectora supuso que nosotros estábamos dentro de la pelea porque fuimos los últimos en irnos, desde entonces Amarilis empezó a hablarme como un loro a pesar de que no nos conocíamos.

—Da igual, se lo merecía esa niña—digo entre dientes.

—¿Siempre eres tan violenta? —interroga volteando a verme Omeo.

—No, solo lo hago cuando necesito defenderme y aparte esa fue la única vez que fui a rectoría en toda mi vida a comparación de ustedes. —Le sonreí a todos.

—Aja—escucho la risa de Liam.

—Es verdad.

—Algún día Amarilis te meterás en un problema del cual no podrás salir—promete divertido.

—Eso no va a pasar—respondo señalándolos.

Todos sueltan risas y para luego quedar en silencio creando una burbuja donde solo somos nosotros seis.

Nosotros somos amigos desde pequeños y nos hemos conectado de una forma casi mágica como si nosotros estuviéramos hechos para encontrarnos y yo para irme tiempo más tarde.

Los miro y el sentimentalismo me inunda. De verdad me importan, pero yo sé que esto solo será una etapa por la que tendré que pasar y superar.

—¿No tienen miedo?

—¿De qué?

—Faltan unas semanas para acabar el colegio oficialmente y algunos de nosotros vamos a ir a la universidad, otros empezaran a viajar, algunos se irán... Tendremos más responsabilidades y tal vez ya no nos volveremos a ver. — Zafir toma aire y nos mira a todos—. Da un poco de miedo la idea de no volverlos a ver después de todo lo que amos echo juntos y que talvez los recuerdos se borren con el paso del tiempo.

—Yo también tengo miedo, pero las cosas pasan por algo y siempre estaré agradecida por conocerlos, pero me sigo aferrando a la idea de que seguiremos juntos—Celyse replica con una sonrisa grande en su rostro.

Los de más nos quedamos callados. Liam se levanta en silencio y se dirige al interior de la cabaña.

—Bueno, ahora hay que entrar porque está haciendo frío—dice Zafir con las manos en sus hombros intentando darse calor.

Asentimos todos y nos adentramos en la cabaña. Al entrar, Liam está bajando con unas cobijas y una colchoneta en su mano izquierda por las escaleras.

—Vamos, ayúdenme.

Me acerco a él y cojo la colchoneta parándolo.

—¿Para qué es todo esto?

—Tal vez esta sea nuestras últimas vacaciones juntos, así que como hoy es el último día en esta cabaña, hay que hacer algo divertido.

—Bueno, voy por las de más colchones y almohadas, entonces.

Celyse pasa por nuestro lado corriendo.

¿Y si tú fueras mi muerte? #1Where stories live. Discover now