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Ya tomaste una decisión.

Tiro un puño al saco de boxeo.

No vas a cambiar de opinión, así te duela.

Otro golpe al saco.

Es por tú bien.

Otro puño.

Es lo mejor...

Empiezo a tirar golpes al saco sin parar y logro frenar cuando siento que no puedo más. La frustración se instala en mi mente junto al dolor y unas pocas lagrima salen de mis ojos mientras abrazo el saco de boxeo, dejando que mi cuerpo se libere un poco de la tristeza.

—No quiero hacerlo, pero tengo qué—sollozo.

Unos minutos más tardes me separo del saco y miro las vendas de mis manos que muestran sangre en mis nudillos, las quito y doblo para luego dejarlas en la banca negra. Voy a la puerta, la abro y salgo del gimnasio sintiendo un poco de frío por el choque de temperatura del lugar y mi cuerpo.

Caminando hacia la habitación, entro y me dirijo al baño. Mi mirada se posa en el espejo con marco morado. Abro la llave del lavamanos y sumerjo mis nudillos ensangrentados y lastimados. Siento el ardor recorrerme haciéndome temblar un poco, los froto lentamente, permitiendo que el dolor se calme. Luego, me quito la ropa de entrenamiento y entro en la ducha.

El agua por mi cuerpo cae lentamente y mis lágrimas se unen con ellas. Todo parece que sucede en cámara lenta, mientras salgo de la ducha, me pongo un pijama y me acuesto viendo el techo y pensando si lo que hare es lo mejor.

Tienes que terminar con ese amor tóxico.

Tengo que terminar con todo.

El dolor en mi pecho incrementa y esta vez no quiero llamar a alguien para pedirle ayuda, solo siento que debo caer un rato y dejarme ir.

Últimamente siento arrepentimiento por que se que tendré que alejar a las personas que amo de mi vida. Y ayer después de conversar con Liam note que no podía seguirlo alargando, entre más rápido lo haga más veloz pasara el dolor.

La conversación que tuve ayer con Liam sentí que algo dentro de mí se rompió y a la vez algo nuevo se creó. No sé si es algo bueno o malo, solo sé que no puedo seguir dándole tiempo a lo inevitable.

El celular suena y la pantalla se enciende, estiro la mano a la mesita, lo cojo y abro el mensaje.

Desconocido: ¿Por qué no has visto la carpeta?

Desconocido: Descubrirás como un secreto te puede hacer más daño que una mentira.

Apago el celular y decido que mañana lo hare, veré que esconde el portafolio.

Mis ojos se empiezan a cerrar mientras pasa la noche lentamente y las lágrimas se van acabando hasta que lo único que queda es oscuridad.

•🖤•

Celyse: Nos vemos a las 12:00 en la entrada del parque.

Liam: Ok.

Zafir: Ok.

Omeo: Bueno.

Celyse: Adriana no puedes faltar.

Adriana: Ok.

Amarilis: Nos vemos.

Salgo del grupo  y apago el celular. Me paro del comedor y llevo la losa para el lava platos.

¿Y si tú fueras mi muerte? #1Where stories live. Discover now