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Camino a la silla negra vacía que se encuentra al lado de Liam y me siento.

—¿Qué sucedió?—Volteo para verlo.

—Ya no importa.

—Dime. —Pongo una mano encima de la rodilla de él—. A mí me importa.

—¿Me vas a entender?—cuestiona por lo que solté cuando él me llamo.

—Me equivoque al hablarte así... Quería hablar algo importante con Omeo y eso aun así no me da derecho a haberme expresado de tal forma—me excuso.

—Al menos dime que si pudieron hablar sobre lo que te era importante.

—No lo logre hacer...

—¿Por?

—Llegábamos tarde—repongo y inmediatamente cambio de tema:—¿Qué te paso?

—Pelee con mi padre.

Quito la mano de su rodilla y me acomodo mejor en la silla.

—Volvió y está aquí en el colegio hablando con...

—¿Por qué? —fue lo único que logre articular, sin poder creer que Kolet estuviera otra vez aquí. Después de tres años...

El papá de Liam había vuelto y él solo trae problemas, lo sé. 

Liam se empieza a comporta de manera extraña y por lo que me ha contado, el papá lo obliga hacer cosas que él no desea. Intente investigar y descubrir a que lo obliga, pero no logre conseguir información y la última vez que lo intente él me descubrió, gracias ello tuvimos una pelea fuerte. Desde entonces decidí no interferir en los temas que Liam me pida.

Luego de un largo silencio donde note que estaba pensando si decirme o no, me agache un poco en la mesa y lo analice con más detalle.

—Te cuento cuando salgamos del colegio.

—Bien.

Voltea verme finalmente y me da una sonrisa diminuta qué logro ver. Miro al tablero esperando a que Celyse llegue. Zafir, Omeo y Adri son de otro salón, así que por ahora no estarán con nosotros.

•🖤•

—Esto será divertido—murmura Celyse, llegando al salón principal del colegio—. Vamos a bailar mucho.

En el aula nos dieron una charla de dos horas sobre lo mucho que teníamos en el futuro, que no nos rindiéramos, pasó el tiempo y me perdí, al terminar aquella habladera nos hicieron venir al salón principal en el que se va festejar el pase de año del once y el ultimo del grado doce.

Frenamos frente a la puerta del salón porque los profesores dan la orden.

—Queremos agradecerles por estos años donde nos han acompañado. Ustedes son la tercera generación de estudiantes. Confiamos en que sean los mejores en lo que decidan dedicarse—toma un respiro—. Y por último el grado once les da la despedida del colegio, esperamos que lo disfruten y que nunca se olviden de este día.

Luego de que la profesora terminara de hablar por el megáfono, todos gritaron e hicieron bulla. Las puertas se abrieron y los empujones se empezaron a hacer presentes llevando a todos al salón más grande del colegio.

La música se escucha por todos lados. Hay globos colgando en el techo y en la entrada se encuentra un aro de bombas color azul y naranja. El salón está lleno de luces de colores, doy vueltas viendo las mesas de comidas llenas de postre, ponche, fuentes de chocolate y alcohol. No creo que hayan permitido lo último en este colegio, pero a un así ahí se encuentran las botellas. En el mini escenario frente a mi está un DJ tocando música.

¿Y si tú fueras mi muerte? #1Where stories live. Discover now