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Omar: Buenos días, ya voy para tu casa.

Amarilis: Aquí te espero.

Respondo esperando algún mensaje de él que no llega, así que solo me queda esperarlo sentada.

Quiero adelantar las cosas y decirle hoy lo que soy, pero si no lo logro será el fin de esta semana que sabrá todo.

Miro la hora en mi celular. Han pasado horas desde que me desperté, hice el desayuno para mis padres, arreglé mi habitación y escuche canciones. En este preciso momento estoy pensando en el sueño tan perturbador e interesante que tuve.

La persona que más amo...

Amo a cada persona que pasa por mi vida por enseñarme algo positivo, lo sé. También sé que hay una persona en particular que amo con todo mi corazón, a pesar de que siempre me he intentado engañar buscando escusas, sé que lo amo más que nadie y daría mi vida por él. Lo conozco también que me sorprende que en mi sueño allá dicho aquello, cuando sé que es incapaz de hacerme daño. Yo sé que sería incapaz de hacerme daño...

¿Y tú seria incapaz de hacerle daño a él?

Hago mis pensamientos a un lado, ya que escucho los pasos de mis padres acercarse a la cocina.

—Hola Nochecita—saluda papá al entrar a la cocina seguido de su esposa.

—¿Por qué estás despierta a esta hora? —interroga  mi mamá mirándome de abajo arriba.

Pesadillas...

—Tengo que estar en el colegio, pues nos van a hacer la despedida—les informo mientras estiro mis brazos arriba de la isla.

Todavía no les había dicho sobre que tenía que ir al colegio, se me paso contarles.

—¿A qué horas debes estar?

—A las ocho papá.

Rodea la isla quedando frente a mí.

—Espero te vaya bien, recuerda disfrutar de esos momentos que se quedan siempre en el...

—Corazón—termino por él.

—Exacto mi Nochecita—confirma mi mamá quedando a la par de papá.

—Bueno, cambiando de tema, les hice el desayuno—expreso con emoción y los dos me sonríen—, está en el comedor.

Los dos me dan un besito en la frente para luego caminar hacia donde les dije.

Me quedo estática en el lugar pensando si decirles o no sobre mi sueño y también la conversación con el desconocido, decido que lo hare, pero más tarde. Lo del desconocido primero descubriré de que secreto me habla y luego iré con ellos a contarles.

Mientras tanto, espero a que llegue Omeo en mi habitación.

—Amarilis, aquí abajo está Omeo—grita mamá tiempo después.

—Ya voy—respondo.

Salgo del cuarto y bajo corriendo la escalera hasta que llego a la sala y él se encuentra solo mirando el cuadro de pintura de una persona que está hundida en las profundidades del agua, creo que siente mi presencia y voltea a verme.

—Tu mamá se fue a la cocina—hace saber. Me mira de arriba abajo y él hace una cara de desagrado—. Supuse que te ibas a poner algo mejor que eso—dice señalando mi vestimenta.

—Así me siento cómoda y ya sabes como soy.

—Aja, que tenías que decirme—va al punto.

—¿Podemos hablar afuera?

¿Y si tú fueras mi muerte? #1حيث تعيش القصص. اكتشف الآن