¿Y si tú fueras mi muerte? #1

05

—Silencio que los despiertas.

Celyse baja la última maleta por las escaleras intentando no hacer ruido y sonriendo victoriosa al terminar de hacerlo.

—Por fin terminamos.

—¿Pusieron las alarmas a todo volumen? —Pregunté terminado de salir de la cabaña con Celyse a mi lado, ella cargando la última maleta en su mano derecha.

—Sí, me encargué de eso y las cámaras para ver todo—Adriana avisa terminando de salir.

Cuando Adri llega nos pasa unas bolsitas de galletas con chispas de chocolate y después abre las puertas de la camioneta. Nos dirigimos al carro, entramos y cerramos, Celyse se sienta en la parte de atrás, yo de copiloto y Adriana va a manejar.

—Hay que estar pendientes—recuerdo mientras saco el celular y miro las cámaras que le dejamos a los chicos.

Siento como la cabeza de Celyse se pone en mi hombro y las dos vemos a los chicos bastante cómodos durmiendo, se están abrazando entre los tres. Quito la mirada de mi celular y pongo atención a la carretera.

Yo fui la primera en despertarme para después despertar a Celyse y Adri, y luego de un rato de hablar les conté que quería hacerles una bromita a los chicos, y planeamos esto improvisadamente entre muchas risas silenciosas.

Todos tendríamos que haber salido a la misma hora, pero decidimos dejarlos en la cabaña, durmiendo tranquilos hasta tarde, después de todo ellos no se despiertan sin que las alarmas les avisen. Y Adri puso varias alarmas al rededor de los chicos listas para sonar más tarde mientras Celyse y yo alistamos todo para irnos lo antes posible.

Y eso hicimos.

—Voy a poner música—avisa Celyse.

Volteo hacia Adri y ella está concentrada conduciendo, miro atrás y noto que Celyse está buscando alguna canción, después de unos minutos empieza sonar música electrónica del altavoz.

Pongo mi cabeza en el cristal y observó la carretera vacía donde lo único que la rodea son árboles. Son pocas las veces donde me siento en bien y esta es una de esas.

Mayormente mi mente se encuentra en un desastre que no llega a tener fin, pero cuando encuentro paz en los pequeños momentos empiezo a creer que en el futuro podre vivir en calma ante el caos que existe.

Después de una hora empieza sonar el celular mío avisando que la pequeña broma inicio. Celyse a paga la música, yo cojo rápido el móvil, entro a cámaras y lo primero que se ve es como las alarmas empiezan a moverse haciendo notar que ya están sonando. Los chicos se revuelcan por el molesto ruido hasta qué Liam es el primero en sentarse alarmado y se para viendo los despertadores que hay, va a ellas y las apaga notablemente molesto.

Zaf y Omeo se sientan tiempo después y Liam les habla hasta que los tres se empiezan a moverse rápido subiendo por las escaleras.

Mi celular recibe una llamada que yo contesto con mucho gusto.

—¿Qué tal durmieron?—Pregunto con diversión.

—Muy bien—oigo la voz de Liam.

—¡¿Qué carajos les pasa?! ¿Cómo se les ocurre no despertarnos? —Vocea Omeo.

—Solo fue una bromita inofensiva—explico con una sonrisa.

—Pues que esa broma se vaya a la mierda.

—Tranquilo. Solo fue una broma... —Vuelvo a escuchar la voz de Liam antes de que se cuelgue la llamada.

Quito la sonrisa y pongo mi vista al frente por costumbre, noto como hace lo mismo Celyse mientras la diversión se desvanece y como Adriana me mira de reojo, el carro queda en silencio por unos minutos.