El Sistema De Reencarnación Perpetua

Capítulo 32: ¿Y si yo quisiera una vida tranquila?

SIN CORRECCIONES ORTOGRÁFICAS.

Tras el paso de los días, Hui Ying estaba pensando en el tema de la diferencia de edad con su pareja en ese mundo, muy pronto Hui Ying cumpliría su mayoría de edad, por lo que antes barrió ese tema de su mente.

En otra situación, esto sería preocupante, sin importar del punto donde se vea, relacionarse con un menor de edad era repugnate, pero pensaba que su caso se trataba de una excepción, ya que era la tercer vida con su pareja, y su relación no era por morbo, era amor genuino.

Pero ante las reglas del mundo, relacionarse entre sí con las edades que tenían no era apropiado. Menos con la posición de su amado en el colegio. Se prestaba a demasiados malos entendidos o temas de coerción.

Hui Ying apoyó una mano contra su cabeza. Tan cansado, un viejo de mente y alma como él no podía con tanto, simplemente estaba bien que fueran pareja porque su edad real era de casi doscientos años...

《Joder. ¡Soy tan viejo!》

<<Anfitrión, tiene el cuerpo de un adolescente, así que técnicamente usted no es viejo...>>

《¡¿Técnicamente?! ¡Mejor di directamente que soy un anciano!》

Como sea. Iba a hablar con su pareja de ello, y alejarse por el par de meses que faltaban para que no tuvieran dificultades. No quería rumores innecesarios ni que lo tacharan de perverso.

Sólo intentaba cuidar de él.

Para la próxima visita de Liu Zhi a su casa, Hui Ying estaba tenso.

Mientras el mayor cocinaba y su padre iba a la sala para intentar no quebrarle algo en la cabeza a Liu Zhi, Hui Ying le planteó todas sus preocupaciones, una por una.

Liu Zhi estaba totalmente en contra de que se distanciaran. Hui Ying le explicó que sería únicamente un par de meses y durante el horario escolar, que aún podía ir a visitarle en su casa ocasionalmente, siempre y cuando fuera discreto.

—¿Es realmente necesario esto, mi ángel? Respetaré tu decisión y puedo esperarte el tiempo que me indiques, por supuesto que lo haré, pero quiero que no olvides que no disfrutaría no verte, te adoro y un día sin ti es una eternidad... —Liu Zhi apagó la estufa, se giró hacia Hui Ying y lo abrazó por detrás. —Ya que voy a extrañarte tanto, debes recordar mantenerte en contacto conmigo por mensajes y llamadas constantemente, o juro que vendré a verte haciendo una enorme huelga. —mencionó, en medio broma y en medio enserio, apoyando su mentón contra su hombro.

—Es necesario. Quiero evitarte problemas, el hecho de que seas un superior en mi colegio ya es bastante turbio, así que hasta que cumpla la edad mínima que estipula la ley, deseo tomar estas medidas preventivas, por tu bienestar, y por el mío también, no podría con la culpa de afectarte de alguna manera. —Hui Ying dio un suave jadeo, Liu Zhi había empezado a besarle en el cuello con insistencia.

—Moriría por ti, viviría por ti, y mataría por ti. Créeme que haría cualquier cosa si me lo pidieras, mientras sea para estar a tu lado, me convertiría en un criminal indeseable, así que no te preocupes por cosas tan pequeñas como estas. —Hui Ying iba a protestar, pero Liu Zhi fue más rápido, le dio la vuelta y selló sus labios con un exhaustivo beso feroz. Él añadió, murmurando contra su oído entre jadeos tras cortar con el beso. —Sin embargo, ya te lo dije, respeto tu decisión, así lo haremos, mi ángel.

El menor le observó con dulzura. —Gracias, por siempre entenderme y escucharme.

Liu Zhi rió. —Sólo los hombres estúpidos no escucharían a su pareja. La comunicación es la base de todo.

Una sensación de logro invadió a Hui Ying, después de tantos mundos, la relación con su hombre se volvió perfecta, cada vez parecían comprenderse más el uno al otro, le hacía feliz que dieran pasos agigantados con cada vida. A comparación de Yang Min que estaba muy cercano a la locura, Liu Zhi era prudente, gentil, ahora él sabía escuchar, tomando las mejores decisiones.