El Sistema De Reencarnación Perpetua

Capítulo cinco: Promesa

Arco 1: El sádico general presiona al arrogante emperador Ying

Xiao Xiao le recordó amablemente a su anfitrión sobre su condición.

<<Anfitrión, le suplico que no vuelva a hacer movimientos bruscos con su brazo, o sangrará, y si pierde demasiada sangre, será un problema ayudarle, incluso para mí.>> Xiao Xiao estaba extremadamente preocupado por su anfitrión.

《Vale, evitaré usar este brazo.》A sabiendas de la preocupación del lindo sistema, Hui no le dio problemas.

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Shen Yu entró abruptamente en la habitación del menor, viendo la escena caótica frente a él, retrocedió un paso.

La habitación de Yang Min tenía papeles en pedazos regados por el suelo, eran las cartas de apoyo de Shen Yu que le enviaba a Yang Min cuando Hui Ying le aplicaba algún castigo; jarrones, y cosas de cristal u porcelana, rotas, todo lo que había sido destazado, fue un regalo de Shen Yu.

Yang Min miró al intruso, exponiéndole unos ojos llenos de rabia, esas gemas azules que daban originalmente un sentimiento nostálgico y de calma, sólo podían producir fríaldad a quién los viera.

Shen Yu, naturalmente, entendió a qué se debía que Yang Min estuviera así, había escuchado todo, supo que de una u otra forma, se enteró de lo sucedido con Hui Ying.

—Bastardo ingrato, ¿te atreves a romper lo que te he dado? Tu vida en el palacio es un asco, y te diste el lujo de destruir lo poco decente que tenías. —altanero, Shen Yu caminó hasta Yang Min para darle una fuerte y sonora bofetada.

El sonido retumbó en las paredes, el sistema se apresuró a avisarle al perezoso y medio dormido Hui Ying.

<<¡Anfitrión, Yang Min ha sido golpeado, y Shen Yu pretende golpearlo más!>>

《¡Ese imbécil!》Con tal noticia, naturalmente, Ying se despertó en un santiamén.

—La razón por la que mi vida es una mierda, ¡es por ti! ¡El hermano mayor te castigará si sabe lo que me hiciste, el juró protegerme! —exclamó el menor, cubriendo su rostro lastimado e hinchado por la cachetada.

—¡Pff! —Shen Yu se mofó. —¿De verdad crees que mi Ying Ying me castigará por poner en su lugar a un huérfano de mierda? Tú no tienes sangre real, y no perteneces a la familia imperial. —Shen Yu golpeó en el estómago a Yang Min, sacándole el aire, haciendo que se derrumbara en el piso, sosteniendo su estómago.—Hui Ying me ama, y por ti sólo tiene lástima, ¿todavía juzgarás a quién apoyará? Nadie podrá ayudarte, nadie te protegerá, ¡estás solo en este mundo!

Shen Yu pateó al niño en el suelo, riéndose locamente.

"Es cierto... Estoy solo en este mundo desde que he nacido". Pensó Yang Min, con la ira y cólera en su punto máximo. "Nadie va ayudarme, así que cuidaré de mí mismo, y cuando sea fuerte, ¡mataré a todos los vayan, y hayan ido en contra de mí!"

—Púdrete, Shen Yu. —a duras penas, el menor escupió la oración.

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Hui Ying corrió hacia la habitación del príncipe, ahí, Yang Min estaba en el suelo con una expresión de madera inquebrantable.

En el mismo segundo, Hui Ying se abalanzó hacia Shen Yu, pateándolo en la pierna para que cayera de rodillas, seguido de otra patada en la boca del estómago.

Aprovechando que Shen Yu no podía ni respirar, Hui Ying cargó a Yang Min como a un bebé, acunándolo en sus brazos para depositarlo en la cama, susurrando con culpabilidad.