Hui Ying: ¡Pei, pei, pei! ¡No toques cosas al azar! (ಥ﹏ಥ)
Fue una lección que cierto idiota aprendió a la mala.
Hui Ying se ve obligado a renacer en diferentes mundos por su estúpida curiosidad, y como un hombre, ¿la razón?
Originalmente, y siempre...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Nt:¡Denle la bienvenida al próximo arco! Agradezco mucho a los lectores que siguen votando y comentando, entre más comentarios recibo, más ganas tengo de actualizar.
SIN CORRECCIONES ORTOGRÁFICAAAAAAS
COMENTEN :D—
Hui Ying conforme perdonó, y le dio otra oportunidad a su público, atendió seriamente su profesión, cuidando de su alimentación, y en especial, de su garganta.
Los años pasaron, y la gente envejeció. Hui Yang heredó la compañía de Shuo Tai como el único heredero, siendo orientado por el mayor en todo momento.
La vida para esta familia estuvo llena de azúcar y felicidad, hasta que los años pasaron factura.
Hui Ying le dio píldoras de salud a sus padres, esperando que vivieran mucho tiempo. Sin embargo, las mismas píldoras tenían un límite. Al cumplir noventa años, la pareja de ancianos falleció a la par. De hecho, podría considerarse que tuvieron una muy larga vida.
El más difícil de consolar fue Hui Yang al ser tan apegado a ellos, aunque, era un hombre adulto también, con pareja, hijos, e incluso nietos. No lo superó, pero pudo seguir adelante. Lo verdaderamente doloroso sería la muerte de sus propios padres, después de todo, fueron una familia unida hasta los huesos.
Hui Ying se forzó a superarlo en breve, recordándose que si en cada mundo se deprimía, no podría cumplir con su labor de transmigrador, debía de endurecer su corazón. Hui Ying se hundió en la melancolía durante semanas, recordando la vida al lado de los ancianos. Su bondad, su calor, y su apoyo, eran muy raros de encontrar, únicos en su especie. Al final, Hui Ying afrontó su realidad, deseándoles a ambos que en sus siguientes vidas fueran felices. Así como él, quería creer que su muerte sólo significaba una nueva vida.
Sophie también se afectó mucho por su muerte, pero ella no lo sobrellevó de la mejor manera. Sophie se casó con una hermosa mujer que era una bailarina, y vivió una vida cómoda, el mismo Hui Ying repartió grandes sumas de dinero para ella cada cierto lapzo de tiempo, y al retirarse del círculo de entretenimiento a sus 40 años, la suma fue exponencial. Él lo prometió, para quiénes lo ayudaron, él los ayudaría.
Cuando Sophie enfermó, los únicos que fueron al hospital y no eran de su familia, fueron Hui Ying y Hui Yang. Padre e hijo se acompañaban en la trágedia de ver como el ciclo de la vida se llevaba a sus seres queridos.
Sophie murió poco después. Al igual que con sus padres, Hui Ying compartió sus últimos momentos cuidándola.
En cuanto a Shuo Tai... El ex presidente sólo estaba al pendiente de Hui Ying, la muerte de sus suegros, y de Sophie, ninguna le afectó en lo más mínimo. Les guardaba aprecio, pero no afecto como para dolerse por sus muertes. Hui Ying cuidaba de todos, pero sólo el ex presidente cuidaba de Hui Ying.
