Capítulo 18.5:

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Nt: ¿Quién me presta un pañuelo? QuQ

-tres doritos después-

¿Quién me regala insulina? QuQ

Lean con atención, probablemente muchos puntos importantes se les pase por alto (pero ignoren los errores ortográficos XD)

Advertencia: Alta dósis de meng en tan sólo mil palabras.

——
Lo primero que vio, fue un enorme ramo de rosas escondiendo la cara de la persona quién se lo había llevado, pero, Shuo Tai siendo Shuo Tai, reconoció el cuerpo de Hui Ying en cuanto lo vio, tomando suavemente el ramo de rosas con una sonrisa coqueta.

Hui Ying le llamó entre risas.—Presidente Shuo.

—Uhm. No pareces haber sido intimidado. —Hui Ying parpadeó, mirándolo con ojos inocentes.

—He venido a verte, quería darte una sorpresa. —Shuo Tai entrecerró sus ojos, y sonrió tontamente, indicándole a Hui Ying que entrara a su oficina.

Hui Ying pensó que probablemente no debería haberle jugado una broma, después de todo, no conocía la personalidad de su marido en ese mundo.

La oficina de Shuo Tai era espaciosa, y lujosa, el olor que emanaba de ella eran de frutos rojos, y canela.

Habían varios estantes de madera con libros, y archivos de todo tipo, el color de las paredes era un gris metálico, el escritorio de su marido era enorme, con varias lámparas alrededor, lo que quería decir que probablemente trabajaba hasta altas horas de la noche.

Del lado izquierdo habían tres puertas, Hui Ying adivinó que serían salas de archivos, o algo por el estilo.

Habían dos sillones largos esponjosos de lados contrarios, con una mesa de cristal en medio, que tenía un florero de porcelana con un diseño de dragón.

El aire acondicionado matenía el lugar frío, como un congelador. Curiosamente, había un refrigerador blanco moderno en una esquina de la oficina.

Lo que más le gustaba a Hui Ying, era que el perfume de su señor esposo estaba presente en el lugar.

Shuo Tai buscó un lugar en donde poner el ramo de flores, al final, terminó arrojando por una de las ventanas el contenido del florero de dragón, para poder poner las flores de Hui Ying allí.

Hui Ying lo vio, sintiendo lástima por las otras flores, pero feliz al ver el acto extremo de su marido por priorizarlo siempre.

—¿He venido en un mal momento?

Los papeles regados por el escritorio evidenciaban que su marido estaba ocupado antes de que él llegara.

Shuo Tai frunció el ceño, y le pellizcó en su cintura.

—Cualquier momento es bueno. —Shuo Tai lo besó en la mejilla, frotándose contra él como un cachorro.

—Entonces, ¿puedes tomarte un descanso? Te traje algo de comer.

—En. —reaciamente, Shuo Tai lo soltó.

Hui Ying se quitó la mochila, y sacó la caja de almuerzo con el flan, empujándola hacia Shuo Tai.

La apariencia de Hui Ying era de la de un niño, esperando ser elogiado por sus padres, viendo con expectativa a Shuo Tai.

Shuo Tai destapó la caja de almuerzo, con sus ojos enrojecidos, picando al ver el contenido.

—Es un flan. —murmuró, regañándole a su corazón por no mantenerse tranquilo.

En su vida pasada, Hui Ying únicamente le cocinaba un flan después de un entrenamiento tan exigente que apenas podía sostenerse en pie.

El Sistema De Reencarnación PerpetuaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora