Capítulo ocho: Sin salida

2.4K 386 56
                                    

Nt: Como consejo, escuchen la canción primero y vean la letra (en caso que os guste leer con música, como a mí), para que así, cuando la vuelvan a repetir, tengo un significado totalmente diferente, ¿por qué seleccioné esta canción? Dice "Deja vú", es suficiente XD Aunque toda la canción representa mucho de este arco. Igual, si no os gusta, es válido, disfruten de igual manera. Comenten si les gusta que les ponga los capítulos con música, o sólo quieren leerlos normal. A mi parecer, pondré la canción que más pegue con cada capítulo, y puede que a veces la repita, si se requiere. ESTAMOS LLEGANDO A LA SABROSURA DEL ARCO, ALV. Ahora sí, espero que os guste el cap, jsjsj. Aguas con no asustarse ;D

COMENTEN, leer sus comentarios me anima a actualizar más seguido QuQ

SIN CORRECCIÓN ORTOGRÁFICA, ALV. Mañana edito. :3

Arco 1: El sádico general presiona al arrogante emperador Ying

"¡Mira, es el emperador bastardo, ¡Hui Ying! ¡¿Es divertido haberme abandonado, no?!"

Yang Min pisaba el estómago de Hui Ying, quién se encontraba en suelo apenas respirando por la paliza.

"¡No! ¡Yang Min, debes escuchar a tu gege, suéltame!" La risa psicópata de Yang Min resonó en la cabeza de Hui Ying.

"¡Jamás! ¡Te devolveré castigo por castigo, Hui Ying! ¡¿Mi gege?! ¡Nunca fuiste mi gege, perra! Nunca te quise, ni siquiera un poco."

"¿Qué?... ¿Yang Min, nunca me quisiste? ¿Ni siquiera un poco, siempre me has visto como tu enemigo, y como tu víctima?" La voz de Hui Ying se quebró.

Yang Min le pisó con más fuerza, carcajeándose.

"¿Oh?~ ¿Ahora estás triste? No imaginé que tuvieras corazón. Haciéndole eso a un niño, y también, ¡abandonándolo cuando dices amarle! ¡Eres una escoria!" Hui Ying tragó la amargura, y soportó el dolor físico y emocional. En verdad, quería decirle que le quería mucho, y que nunca quiso hacerle tanto daño.

"¡No quise hacerlo, Yang Min, no quise! ¡Yang Min, yo no te hice eso!"

Los ojos de Yang Min se enfriaron.

"¿Y si no fuiste tú, quién fue?"

Hui Ying guardó silencio, no podía decir, "Fue mi yo del pasado".

"Jáh, tal como pensé." Yang Min se sentó en el trono, mirando con malicia al lastimado Hui Ying.

"Yang Min..."

"¡Guardias, traigan a mis padres!" Yang Min se levantó, y se acercó al viejo emperador, abofeteándole diez veces seguidas. El labio del emperador se rompió, haciéndolo sangrar.

"¡Papá, papá!" Hui Ying rompió en llanto, temblando, y gritando. Hasta suplicar, "¡Déjalos ir!"

La debilidad de Hui Ying siempre fue una, su familia.

Yang Min volvió a reírse, y Hui Ying pensaba, "Él no es Yang Min, él no es mi bebé, mi loto blanco".

"Los dejaré ir con gusto, pero quiero que vean el espectáculo". Yang Min desenvainó su espada, "Hui Ying, ¡espero que te hundas en el infierno junto conmigo!", y sin más, atravesó su cuello con la espada. Los gritos de sus padres, y sollozos de su gente taladraban los oídos del mayor.

Vio todo de color negro, hasta despertarse en su esponjosa cama, sudando y temblando.

—Fue un sueño... Dios, ¡no, fue una pesadilla!—agarrándose su pecho, Hui Ying intentó levantarse, pero sus piernas flaquearon, y cayó al suelo con un estruendo.

El Sistema De Reencarnación PerpetuaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora