Chiquito (Joerick)

Capítulo (6)

CHRISTOPHER

Luego de que Zabdiel me dejará esa noche en mi casa, no hice otra cosa más que encerrarme a llorar en mi habitación. Agradecí infinitamente a Joel, por haber cuidado de Erick hasta el punto de estar con él hasta que se durmiera. Estaba tan agobiado, que si lo fuera visto en ese momento seguramente me hubiera puesto a llorar delante de él sin importarme nada.

A la mañana siguiente, miro a mi alrededor dando un suspiro, no podía creer cómo mi vida había cambiado en cuestión de horas, jamás pensé que alguien cómo Zabdiel se fijaría en mí. No podía creer que alguien me quisiera para algo más que sexo, porqué eso era lo que siempre he creído, que no soy lo suficientemente para una persona, y por eso nadie me tomaba en cuenta, sino nada más para satisfacer sus necesidades sexuales.

Al recordar, no pude evitar que mis ojos se llenaran de lágrimas. Estaba esperando un bebé, un bebé de alguien que me usó, de alguien que me obligó a estar con él. Y lo peor de todo, es que no sabía quién era, mi hijo me iba a reclamar en algún momento y eso lo sabía.

Me levanto con pereza mientras me dirijo a la sala, era sábado por lo cuál hoy no trabajaría. Erick seguramente estaría durmiendo aún, efectivamente así fue, no lo encontré en la cocina, por lo que opté en ir hasta su habitación. Al llegar ahí voy hasta su cama, me agacho con cuidado, desde ahora sabía que tenía cuidarme hasta lo más minímo, eso era algo que me preocupaba un poco, Erick siempre tiene que tener un cuidado especial, y ahora no solamente lo cuidaría a él, sino a mí y mi bebé también.

-Él pequeño de la casa, no se quiere despertar- comienzo acariciar su mejilla.

Se remueve un poco, para luego abrir sus ojos y mirarme serio.

-Quiero dormir-

-Buenos días, Er. Tienes que lavantarte, ¿no tienes hambre?- lo pensó un poco, para luego asentir.

-Ven, cambiate y te espero abajo- vuelve asentir sonriendo.

Le remuevo su cabello, para luego levantarme e irme a la cocina para prepararle su desayuno favorito; Waffles con crema y fresas.

Suelto un suspiro, mientras acomodo los platos en la mesa, tenía un dolor de cabeza insoportable, sólo quería dormir y que alguien me mimara. Estaba consciente que tenía a Zabdiel, pero a pesar que acepté ser su novio, fue algo que paso muy rápido, no nos conocemos lo suficiente y tengo miedo de que algún día se enteré de mi pasado, y de las veces que vendí mi cuerpo por dinero. No quería aferrame a él, porqué sabía que sí lo hacía iba a sufrir cuándo me rechazara.

Al colocar el último cubierto, siento los pasos lentos de Erick, subo mi mirada y doy con un Erick sonrojado.

-¿Qué te paso?, ¿porqué tienes tus mejillas sonrojadas?- pregunto, mientras tomamos asiento.

Me mira un par de segundos, para luego bajar la mirada con una pequeña sonrisa en sus labios.

-J-Joey, me llamó- alzo una ceja y niego sonriendo también.

-Aja, ¿y qué te dijo para que te pusieras así?- hizo silencio un par de segundos.

Veía cómo movía ansiosamente sus dedos, sabía que estás cosas eran nuevas para él, eran sensaciones y emociones que poco a poco tenía que ir descubriendo.