Chiquito (Joerick)

Capítulo (20)

NARRADOR OMNISCIENTE

Eran un poco más de las diez de la noche, y la familia Pimentel se encontraba preocupada. Él rubio desde que había salido de la clínica, no aparecía ni llamaba.

Patricia, estaba siendo abrazada por su esposo mientras sollozaba, temía por su hijo mayor. Joel, estaba sentado en el sofá junto al ojiverde quién veía a los mayores sin entender nada.

—¿Y-y si le paso algo?—

—Patricia, cálmate. Zabdiel, está bien— la mujer miró molesta a su esposo.

—¿CÓMO PUEDES ESTAR TAN TRANQUILO?, NUESTRO HIJO NO APARECE Y TÚ NI TE DIGNAS A BUSCARLO— Joel, abrió sus ojos grandemente al oír el grito de su madre.

Un jadeo, hizo que volteara en dirección opuesta. Al hacerlo, se encuentra al ojiverde mirándolo asustado.

—Ya pasó, chiquito. Vamos a la habitación, ¿si?— él rizado, suspira antes de levantarse e ir detrás del menor.

Entra en su habitación, cerrando la puerta con seguro.

—N-no me gustan, los gritos— susurró, cubriendo sus oídos con ambas manos.

—Lo sé, mi vida. Perdón, es que mi mamá está alterada. ¿Puedes quedarte aquí arriba un rato solo?— él menor, asintió.

Joel, sonríe para luego acercarse lentamente, y retirar sus pequeñas manos de sus oídos.

—Te amo, mi valiente— besó rápidamente sus labios antes de salir de la habitación.

Él mayor, se sentía orgulloso, al ver el progreso del ojiverde. Cada día que pasaba, aceptaba que lo tocase un poco más.

Regresa a la sala, viendo como su madre aún sollozaba en los brazos de su padre.

—Q-uiero a mi hijo, Andrew— balbuceó entre sollozos.

Él mayor suspira pesadamente, estaba tratando de ser fuerte por ambos. Sus ojos se humedecen, mientras atrae más fuerte a su mujer en su pecho.

Joel, los mira sintiendo miedo por lo que puede hacer su hermano, él más que nadie sabía los métodos que usaban para alejarse de los problemas.

El sonido de la puerta principal abriéndose, hace que los tres volteen sus miradas rápidamente.

Al hacerlo, se encuentran al rubio tambaleándose mientras trata de sostenerse sobre su cuerpo.

—¡Zabdiel!— él señor Pimentel, se separa de su esposa.

Corre hacía a su hijo, tomándolo por los hombros antes de que cayera al suelo. Patricia, niega mientras solloza más fuerte. Le dolía ver como la vida de su hijo había cambiado de un día para otro.

—Joel, ayudame a darle un baño a tu hermano. Necesita quitarse esa
borrachera—

—N-no esta borracho— su padre, lo miró confundido.

Joel, suspiró mientras se acercaba.

Toma a su hermano y lo lleva consigo al sofá.

—E-esta drogado, papá— susurra mirando a su hermano.